DÍA INTERNACIONAL DE LA LIBERACIÓN SEXUAL

La lucha trans es lucha de clases

26/06/2023
ELA ha organizado en Gasteiz un acto con motivo del Día Internacional para la Liberación Sexual. El sindicato ha querido hacer un ejercicio sincero de reflexión y debate en torno a la lucha trans y la representación de esta lucha en nuestra práctica sindical. Para lograr este objetivo han participado, además de Nahia Fernández (Área de Igualdad de ELA) cinco personas: Mar Cambrollé (ATA-Sylvia Rivera y presidenta de la Federación Plataforma Trans), Mash y Brayan de Loratuz Lotu (Asociación de Trans Adultxs de Euskal Herria) y Amets y Julen de Ikusgune (Observatorio Contra la LGTBi+fobia de Gasteiz).

ELA ha querido traer este tema a primera línea por varias razones. Por un lado, porque es una cuestión de derechos humanos. Pero también porque la lucha LGTB y especialmente la lucha trans forma parte de la lucha de clases. ELA tiene claro que la defensa de los derechos de las personas trans forma parte de la lucha sindical.

En los últimos tiempos, aunque de forma modesta, ELA ha empezado a trasladar sus reivindicaciones en defensa de los derechos del colectivo trans a las negociaciones tanto de empresa como de sector. Un ejemplo de ello es el hecho de que en el convenio del Metal de Gipuzkoa se haya recogido el derecho a ser designado por su propio nombre, aunque los trámites administrativos aún no se hayan realizado.

Mar Cambrollé ha incidido durante su intervención en la idea principal del acto: “Las personas trans, maricas y bolleras también somos clase obrera. Es imposible que otros hablen por nosotras. El aliado siempre tiene que ir un paso por detrás, nunca por delante y mucho menos encima”.

En opinión de Mar Cambrollé el colectivo trans “ha sido el gran olvidado de la democracia. Las trans somos las personas con el mayor pico de discriminación y de agresiones, pero somos las que menos denunciamos. Y sufrimos un apartheid laboral. Nunca creí que íbamos a sufrir tanta violencia. Nos discriminan por ser mujeres y por ser trans”.

La presidenta de la Federación Plataforma Trans ha recalcado que no eligió ser pobre, ni eligió ser trans. “A las personas trans nos colgaron aquello del cuerpo equivocado, pero en realidad todos y todas estamos en el cuerpo equivocado, nadie cumple los cánones de belleza que nos imponen”.

Por último, ha valorado la Ley Trans. “Esta ley separa la identidad de la medicina. Por fin, tras 45 años, lo hemos conseguido. En 2012 se empezó a reconocer la autodeterminación de género, y en 2018 se despatologizó a las personas trans. Esto fue muy importante”.

Mash y Brayan, del colectivo Loratuz Lotu, han destacado que la Ley Trans solo tiene en cuenta a una pequeña parte del colectivo, y que no garantiza que en la educación haya formación sobre este tema. Además, han recalcado, hay un problema: la ley no se cumple. “Tenemos muchos problemas para hacer cualquier trámite, e incluso en entrevistas de trabajo oímos frases como ‘esta empresa no es para una persona como tú. Según datos oficiales del Ministerio de Igualdad, el 42% de las personas trans se han sentido discriminadas, bien cuando buscaban empleo o bien una vez en el puesto de trabajo. Además, el 65% de los contratos firmados tiene una duración menor a un año. Los datos del paro, por ejemplo, son muchísimos más altos en el colectivo trans”.

Julen y Amets, de Ikusgune, han alertado sobre la LGTBi+fobia. “El discurso de odio crece años tras año. Hay una deshumanización del colectivo trans. Las agresiones no son solo verbales o en las redes sociales, cada vez hay más violencia física y palizas. Este miedo también existe en el ámbito laboral. Hay personas que durante la transición dejan su trabajo por miedo a ser despedidas. En este contexto, necesitamos la alianza con los sindicatos, para poder crear entornos amables en todos los centros de trabajo”.