234 personas en la CAPV y 77 en Navarra han sufrido un accidente de trabajo o enfermedad profesional cada día en 2019

Los sindicatos advierten de que el alto nivel de subcontratación, la creciente eventualidad en los puestos de trabajo y la precariedad de las condiciones laborales son los principales factores que explican la situación. Si a eso le sumamos -denuncian- “la falta de contundencia por parte de la Inspección de Trabajo a la hora de requerir y sancionar a las empresas y la falta de control y seguimiento por parte de Osalan y el INSPL del cumplimiento de las medidas básicas en materia de prevención y seguridad en el trabajo el coctel mortal está servido”.
Subrayan que a pesar de ser unos datos alarmantemente altos, están muy alejados de la realidad ya que muchos no se registran (accidentes leves, in-itinere, accidentes de trabajadoras del hogar, cooperativistas, transportistas …) y otros se trivializan o se esconden en las empresas directamente o con la ayuda de las mutuas, derivándolas a la seguridad social como accidentes o enfermedades no laborales para evitar que sean registrados, que las autoridades investiguen lo ocurrido y poder así evitar responsabilidades y sanciones económicas.
Tema aparte constituye el registro de las enfermedades profesionales, “las grandes olvidadas que no reflejan en absoluto la realidad ya que muchas no se declaran o como en el caso de los accidentes laborales, las mutuas niegan el origen laboral de las patologías y las derivan al sistema público de salud como enfermedades comunes y existe una infradeclaración escandalosa”.
A pesar de ello, aseguran que los partes de enfermedades profesionales en los últimos años no dejan de aumentar, especialmente entre las mujeres, dato que confirma la división sexual del trabajo ya que la mayoría de las enfermedades están relacionadas con los trastornos musculoesqueléticos, trastornos que se dan en los sectores feminizados.
Ante estas situaciones y otras que destacan en el informe, interpelan a los gobiernos de Gasteiz y Navarra a quienes acusan de seguir sin tomarse en serio la seguridad y la salud de la clase trabajadora.
“Hablan de salud laboral pero impulsan políticas que conllevan precariedad. No han cambiado la dirección de sus políticas en esta materia que ya se ha demostrado son ineficaces e insuficientes para eliminar la lacra social de la siniestralidad. El gasto público de los presupuestos generales que se destina a prevención (Osalan e INSPL) tanto en la CAPV como en Navarra sigue en la misma línea de los últimos años y no supera el 0,1%, cantidad totalmente insuficiente”. El informe recoge mediadas para revertir esta situación.
Leer el informe sobre la siniestralidad laboral en Navarra
Mientras tanto, han colocado pancartas reivindicativas en las capitales de Hego Euskal Herria.
Donostia:
Iruñea:
Bilbo:
Gasteiz: