DÍA INTERNACIONAL DE LA SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO
ELA denuncia la avaricia de una patronal que sólo habla de absentismo mientras provoca 70.000 víctimas al año por enfermedades y accidentes laborales

Durante el pasado año 2024, al menos 66 personas murieron en el trabajo en Hego Euskal Herria. Otras 64.040 sufrieron un accidente y 4.902 enfermaron. “La mitad de los accidentes se dan en los dos primeros meses de contrato -ha recordado Pello Igeregi, responsable de Salud Laboral en ELA-, y el 56% de los contratos dura menos de un mes. Después de las últimas reformas laborales eso no ha cambiado. La patronal impone las condiciones laborales que conducen a la muerte, impulsa la privatización de la sanidad pública y, además, culpabiliza a las y los trabajadores de que no quieran trabajar”.
En este sentido, Igeregi denuncia que “la clase trabajadora sufre a una patronal criminal y sádica, que ataca las vidas de los y las trabajadoras, y además criminaliza a sus víctimas; hablar de absentismo -añade- mientras la salud de 70.000 personas ha sido mermada por el trabajo y perjudicadas por la dejadez de las empresas, ¿ese es el debate?”
El acto de hoy en Bilbao ha finalizado con una concentración de protesta bajo el lema ‘La avaricia empresarial puede enfermarte de por vida. Kapitalari aurre egin, osasuna zaindu!’. En él, ELA ha recordado que detrás de los números que aparecen en las estadísticas se esconde la realidad de personas como Jakes, Iratxe y Sara. Estas tres personas han relatado sus duras experiencias en Bilbao ante cientos de militantes del sindicato.
Jakes sufrió en 2021 un accidente laboral muy grave mientras trabajaba en la empresa Lau Lagun de Idiazabal (Gipuzkoa). Entonces tenía 35 años. Perdió una pierna como consecuencia del accidente. Un siniestro que se debió a la falta de formación del trabajador en materia preventiva, al procedimiento de trabajo inadecuado y al fallo electrónico del equipo de trabajo no detectado previamente por la empresa, entre otros factores.
Sara trabaja en la tienda de Mercadona en Burlada (Navarra). Inspección de Trabajo reconoció que vivía una situación hostil y humillante por parte de la coordinadora y que realizaban acciones vejatorias e intimidatorias hacia las trabajadoras para disminuir su resistencia psicológica. La empresa fue multada por no tomar medidas.
Iratxe sufrió en 2015 un accidente mientras trabajaba en la empresa Leroy Merlin, mientras movía una carga de gran altura con una traspaleta manual. El accidente le causó graves lesiones en la rodilla. En este caso, la evaluación de riesgos del puesto de trabajo no preveía ni el trabajo en sí, ni el lugar donde se produjo el accidente, ni el riesgo en sí. A esto hay que añadir que la trabajadora estaba trabajando sola realizando un trabajo que no estaba predeterminado.
ELA denuncia el desinterés y la ineficacia de las empresas en materia preventiva, algo esencial para evitar accidentes y enfermedades. Las empresas ven la prevención de riesgos laborales como un coste más, no como una obligación normativa y menos aún como un compromiso moral de protección, critica. Además, la dotación presupuestaria del Gobierno Vasco y del Gobierno de Navarra no es suficiente para controlar y garantizar el cumplimiento de la normativa. ELA destaca que en la CAPV hay menos de la mitad de personal técnico de inspección que la media europea.
Del mismo modo, ELA apunta que las políticas que desarrollan la patronal y gobiernos son las verdaderas responsables de la siniestralidad laboral. Provocan, de manera directa o indirecta, los accidentes y enfermedades de cientos de personas trabajadoras al no destinar recursos suficientes a las inspecciones y cumplimiento de la normativa. ELA seguirá denunciando la responsabiliad del Gobierno Vasco y del Gobierno de Navarra hasta que se incrementen los niveles de control en las empresas; para ello es imprescindible reforzar el número del personal de inspección de trabajo para equipararse a la media europea: en la CAPV, la estructura actual debería duplicarse hasta 120 y en Navarra triplicarse hasta 45.