ELA convoca huelga los días 27 y 28 de enero en los comedores y transporte escolar de la la CAPV

Desde finales del curso pasado e inicio de este hemos solicitado en reiteradas ocasiones sentarnos, tanto con el Departamento de Educación como con las distintas asociaciones empresariales educativas, para organizar de una manera acordada estos servicios, partiendo de la demanda y necesidades que los distintos colectivos plantean.
Sin embargo, el Departamento de Educación ha hecho y sigue haciendo caso omiso a las necesidades que tanto familias, centros y trabajadoras le demandan, manteniendo una actitud de imposición y tomando decisiones de manera unilateral, sin consideración alguna hacia ningún colectivo.
Han hecho falta cuatro días de huelga, el 15 de septiembre conjuntamente con la comunidad educativa, y los días 21, 28 y 29 de octubre para que el Departamento accediera a tener una primera reunión con los sindicatos el 20 de octubre, día anterior al preaviso de tres días de huelga, sin que en esa reunión el Departamento aportará ningún tipo de dato sobre los servicios, costes o ampliaciones reales de plantillas, demostrando una falta de transparencia total y una falta de voluntad a dar una solución real y acordada.
La reunión marcada para el 10 de noviembre fue suspendida por parte del Departamento, acordando darnos una nueva cita, que hasta la fecha no se ha cumplido y no parece que se vaya a cumplir.
La situación actual, respecto al inicio del curso no ha mejorado y en este tiempo ha dejado al descubierto más carencias y necesidades. Este colectivo sigue estando en una situación de desprotección total. Ninguna decisión adoptada o presupuesto aprobado ha estado dirigido a cubrir mínimamente las necesidades de estas trabajadoras, y la situación de estrés y angustia en la que trabajan a diario es muy elevada.
El Departamento ha dicho públicamente que ha reforzado los servicios con la contratación de 600 nuevas monitoras, pero lo que no ha dicho es cual ha sido la partida presupuestaria extra que ha aprobado para hacerlo.
La realidad es que esos puestos no son nuevos. Son puestos donde trabajadoras que hasta la fecha y desde hace años han tenido un puesto fijo-discontinuo han sido recolocadas, con menores jornadas a las habituales y sin ningún tipo de garantía de mantenimiento del empleo. Porque su falta de previsión o de toma de decisiones contrastadas y acordadas han hecho, que la simple aplicación de la distancia de seguridad interpersonal reduzca los aforos de los comedores y limite la oferta a las familias. A menor número de comensales, menor número de monitoras y horas de servicio. Los refuerzos han salido de esta destrucción de empleo, desde el mismo presupuesto que ya estaba aprobado, pero sin tener en cuenta y sin consultar cuales eran las sobre cargas o las necesidades que se generaban. Porque, ¿con quien han consultado si 1 monitora por jantoki, 1 por cada 300 comensales o 2 horas de comedor por centro son suficientes o garantizan la seguridad? ¿Se ha tenido en cuenta la situación o característica de cada centro?
El incremento de funciones, tales como desinfecciones o ventilación se está cubriendo desde el recorte en el tiempo asignado a los comensales por turno de comedor, de media hora a veinte minutos, o restando derechos conseguidos por negociación de convenio e incluso con convocatoria de huelgas. 18 horas anuales establecidas para mejora de servicio, 4 minutos al día, para cubrir 10 minutos de desinfección o ventilación entre turnos.
En el transporte escolar, la falta de decisiones es aun mayor. Es el servicio y personal más olvidado por parte del Departamento. No existe protocolo o medida específica. Estos son algunos de los principales problemas:
- Aforos al 100%.
- Uso de mascarilla a partir de los 6 años.
- Recomendación de intercalar usuarios con y sin mascarilla.
Los grupos estables, que deben garantizar cierta seguridad, no tienen reflejo cuando hablamos de los servicios. En los comedores escolares cada monitora atiende una media de tres grupos estables. En el autobús comparten espacios reducidos, sin distancia de seguridad y sin mascarillas. Las trabajadoras no son reconocidas como contactos estrechos, sin derecho a aislamiento y sin reconocimiento de baja por accidente laboral ante positivos PCR confirmados.
No se están autorizando las demandas de ampliación de turnos, desdoblamiento de espacios o uso de espacios, son asignación de personal y jornadas a cada espacio, sobre cargando en funciones a las trabajadoras.
No se ha modificado el protocolo elaborado y publicado, de manera unilateral por parte del Dpto, ni se ha aprobado ninguna partida presupuestaria específica que garantice tanto la oferta del servicio o el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales, tanto para familias como trabajadoras, durante todo el curso escolar y en los tres escenarios sobre los que trabaja el d de Educación.
Porque no debemos olvidar, que estos sectores están compuestos mayormente por mujeres, con contratos fijos-discontinuos y en jornadas parciales, que en la mayoría de los casos no superan las 2 horas. Con derecho a prestación de desempleo de entre 4 a 6 meses cada dos cursos escolares y que en muchos casos ya han agotado en el periodo estival.
Desde ELA exigimos al Departamento de Educación que asuma la responsabilidad que, también, tiene con estos servicios, tanto en centros públicos, privados y concertados, y que al igual que ya ha hecho con otros colectivos apruebe la partida presupuestaria necesaria que garantice tanto la oferta como la calidad del servicio durante todo el curso escolar, así como el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales.
Exigimos:
- Revisión y aplicación de ratios
- Incremento de rutas
- Asignación de grupos estables por monitoras
- Contratación de personal y ampliación de jornadas.
- Protocolos y medidas de seguridad acordadas.
- Reconocimiento de los contactos estrechos, aislamientos y bajas por accidente laboral ante positivos PCR confirmados.
- Mantenimiento del empleo y las condiciones laborales. Ahora y a futuro.