Situación límite en el servicio de limpieza del Hospital de Basurto

La situación de sobrecarga estructural ha llegado ya a límites insoportables, y tanto la dirección del Hospital como el Departamento de Salud del Gobierno Vasco se han negado siquiera a recibir a la representación legal de las trabajadoras para escuchar, recepcionar y debatir las preocupaciones de la plantilla, a pesar de que el comité ha solicitado audiencia por escrito en numerosas ocasiones.
El trato otorgado por Osakidetza a su propio personal subcontratado es lamentable. No debemos olvidar que la subcontratación de un servicio tan esencial como es la limpieza es una decisión política. Una decisión política consistente en ahorrar recursos a costa de la eficacia y la calidad de un servicio público, y que afecta a la propia salud y salubridad de toda la ciudadanía. Una decisión que, además, tiene como única beneficiaria a la empresa adjudicataria de turno, que percibe millonarias ganancias en contrapartida a la precariedad a la que se somete a la plantilla subcontratada.
En ese sentido, ELA denuncia que a la plantilla subcontratada de la limpieza en el Hospital Basurto se le asignan por sistema metrajes y cargas muy superiores a las que soporta el personal propio, lo que se traduce, lógicamente, en un resultado paupérrimo en cuanto a eficacia y calidad, así como una degradación importante de la salud de la plantilla.
En esta ocasión, además, el Departamento de Salud tiene doble pecado. En una época en la que lo lógico y responsible sería reforzar y mejorar el servicio de limpieza, Osakidetza ha decidido perpetuar la precariedad laboral y la ineficiencia de los servicios públicos por la vía de la subcontratación. La crisis sanitaria del COVID-19 ha evidenciado la máxima importancia del servicio de limpieza, y ha demostrado que las limpiadoras son esenciales para garantizar la salud pública.
Pues bien, en este contexto y a las puertas de lo que parece que van a ser duros meses de rebrotes, el Hospital de Basurto ha publicado con fecha 25 de junio las Bases para la nueva adjudicación del servicio de limpieza. En las mismas, en lugar de aprovechar la coyuntura para tomar conciencia y actuar con responsabilidad, Osakidetza ha ahondado en el problema y ha decidido aumentar las cargas de trabajo de la plantilla de la limpieza, y les obliga a realizar tareas que hasta ahora se asumían por otros servicios, sin prever para ello un incremento de personal.
Desde ELA instamos a Osakidetza a que retire inmediatamente las bases publicadas y a que acceda a reunirse con la plantilla para buscar una solución de cara a los meses que se aproximan. Exigimos que se defiendan los servicios públicos y no se juegue con la salud y las condiciones de vida de la plantilla y la ciudadanía. De lo contrario, es evidente que se avecinan tiempos difíciles, en los que el servicio de limpieza de Hospital será cuanto menos deficiente, con los problemas de salud pública que derivarán de ello. Esperamos que Osakidetza muestre al colectivo el respeto que se ha ganado a pulso, y que no fuerce a la plantilla a tener que tomar medidas que vayan a generar conflictividad laboral en tiempos de emergencia sanitaria.