Osakidetza vulnera el derecho a la conciliación laboral y familiar de sus trabajadoras

10/07/2019
El Hospital Basurto ha denegado medidas de conciliación a un total de siete facultativas del Servicio de Anestesiología y Reanimación, bajo la excusa de que no cuenta con suficiente personal para sustituirlas. Desde ELA hemos denunciado repetidamente que, más allá de palabras y de discursos feministas, el Gobierno Vasco es generador de situaciones de discriminación de género, y Osakidetza no es un oasis en lo que respecta a la igualdad entre hombres y mujeres.

Las Administraciones Públicas cuentan con instrumentos excepcionales para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de las mujeres y pueden y deben ser ejemplo en la lucha contra las brechas estructurales de género.

Sin embargo, como en tantas otras cuestiones, esta también les sirve para hacer propaganda sobre su aparente voluntad de trabajar en pro de la igualdad, mientras internamente todo sigue igual y no se producen modificaciones de calado.

Un buen ejemplo de ello es la situación que están viviendo un total de 7 facultativas del Servicio de Anestesiología y Reanimación de Hospital Basurto: 5 de ellas han solicitado una excedencia por cuidado de un hijo menor de tres años y las otras dos, una reducción de jornada por cuidado de un hijo menor de 12 años. Pues bien, a todas y cada una de ellas les ha sido denegada la solicitud de tales medidas de manera que se les impide conciliar su vida laboral y familiar y se ahonda en las desigualdades de género, en una plantilla, la de Osakidetza, en la que casi el 80% son mujeres.

Detrás de esta situación están las políticas de empleo y los recortes aplicados en los últimos años, medidas que nos han llevado a una situación insostenible que vulnera los derechos legalmente reconocidos a las trabajadoras: plantillas raquíticas que no permiten afrontar con garantías el volumen de trabajo; cargas de trabajo cada vez mayores; recortes de derechos derivados de una mala gestión; falta de sustituciones y cobertura de vacantes; una temporalidad que ronda el 40%, etc...

Mientras que Osakidetza se dedica a hacer propaganda con su Plan de Igualdad (un mero formalismo vacío de contenido) o con la eventual ampliación del permiso parental, en la práctica, impide que las trabajadoras puedan ejercitar los derechos que ya tienen reconocidos a día de hoy y no plantea ninguna medida ni muestra ninguna disposición para plantear soluciones de futuro que garanticen que esto no se vuelta a repetir.

Si Osakidetza apuesta de verdad por acabar con la discriminación que sufren las mujeres en su ámbito de responsabilidad, debe asumir que cada día adopta decisiones que generan situaciones de discriminación y cambiar de raíz su decisiones y políticas de empleo.