Inversión: 6% PIB

El presupuesto del Departamento de Educación, que incluye el de las universidades, ascenderá en 2023 a 909,2 millones de euros, 25,7 millones más que el crédito definitivo de 2022, lo que supone un incremento del 2,9%.

Este gasto representa el 3,8% del PIB, 0,1 puntos menos que el crédito definitivo de 2022.

Desde 2010 la participación del gasto en Educación se ha incrementado en 0,2 puntos respecto al PIB, año en el que se produjeron importantes recortes.

Para comprender la escasa inversión que se destina en Navarra a la educación, es necesario compararla con otros países europeos. Para ello utilizaremos los últimos datos disponibles de Eurostat, del año 2020. El peso de educación sobre el PIB en Navarra fue del 3,4%, mientras que la media europea fue del 5%. La inversión sólo fue inferior en Irlanda. En otros países, como Francia, se situó en el 5,5%; en Bélgica, en el 6,6%; e Islandia, en el 7,7%. Por lo tanto, en Navarra la partida presupuestaria de educación es muy inferior respecto al resto de Europa.

Como se aprecia claramente en el gráfico, el dinero que se destinó a educación en Navarra en 2020, comparándolo con la media europea, fue de 380 millones de euros menos. Como mínimo esto más debería de invertirse en Navarra, es decir, un 41,8% más de lo previsto para 2023. No podemos olvidar, además, que la UNESCO recomienda una inversión mínima para educación del 6%.

¿Cuál es la alternativa que propone ELA?

En opinión de ELA, hay que cambiar radicálmente estas políticas presupuestarias restrictivas y neoliberales para revertir y reforzar los servicios públicos y las partidas sociales que respondan a las necesidades de la ciudadanía:

• Auditar la deuda. Para empezar, hay que analizar qué parte de la deuda se ha generado por interés público y cuál de forma ilícita. No debemos pagar la deuda ilícita.

• Reformar la fiscalidad. 

Es urgente aumentar la recaudación para incrementar los presupuestos. El actual sistema tributario recauda poco dinero en Navarra. Si tuviéramos una presión fiscal como la media europea,  tendríamos 1.700 millones más para reforzar los servicios públicos y aumentar las partidas sociales.

Además, se recauda de forma injusta y antisocial, se recauda más dinero con los impuestos indirectos que con los impuestos directos. Y en los impuestos directos la mayor parte se recauda de rentas de trabajo, 6 de cada 10. Las rentas altas, las empresas y los capitales pagan impuestos muy reducidos. Y año tras año esta desigualdad va en aumento. Por si esto fuera poco, el fraude fiscal sigue siendo muy elevado.

Para garantizar una educación pública de calidad que sitúe las necesidades de todo el alumnado en el centro del sistema educativo y asegure unas condiciones laborales dignas del profesorado, es imprescindible aumentar la inversión en educación en Navarra. Se debería invertir al menos la media europea, siempre con el objetivo recomendado por la UNESCO.

¿Qué conseguiríamos aumentando la inversión?

• Una reducción de ratios general, en todos los niveles educativos, y otra más específica en aquellos centros o aulas en los que se acumulan condiciones o necesidades especiales.

• Más recursos para atender a la diversidad y dar una respuesta adecuada al alumnado con necesidades educativas especiales.

• Sustituciones desde el primer día.

• Horas para preparar las clases, para el trabajo burocrático, para el desarrollo de la función directiva, para el desarrollo de los proyectos de los centros, para adaptar las programaciones a la LOMLOE…

• Que las actividades extraescolares en los centros educativos que tengan implantada la jornada continua sean ofertadas por monitores pagados con dinero público.

• Ofrecer recursos necesarios a las escuelas rurales.

• Sustituir Google por un software libre o propio.

• Mantener abiertas permanentemente las listas de contratación del profesorado eventual con una rebaremación anual.

• Publificar los sectores subcontratados…