PACTO SANITARIO
Osakidetza necesita cambios urgentes y estructurales en vez de nuevas mesas

ELA ha decidido no participará en la reunión del Pacto Sanitario de la CAPV. Por un lado, porque en el programa de gobierno del Gobierno Vasco no se aprecia ningún indicio que muestre una clara voluntad para llevar a cabo cambios estructurales que mejoren la sanidad pública: dicho programa no incluye ningún compromiso para aumentar el presupuesto, por ejemplo. Por otro lado, Lakua negoció unilateralmente en julio el nuevo sistema de horas extras con el Sindicato Médico, sin informar al resto de agentes de ello y sin convocar la mesa de Osakidetza. Por último, cabe recordar que ELA no participa en las mesas del llamado diálogo social por la falta de contenido y por su carácter propagandístico para poder aprobar medidas neoliberales que no responden a las necesidades de la clase trabajadora y dejan de lado las demandas sindicales. En consecuencia, sin otro modelo de negociación y a falta de bases compartidas, ELA ha decidido no participar en la reunión del Pacto Sanitario.
Dicho esto, ELA está dispuesta a mantener conversaciones con el Departamento de Salud y a buscar consensos más amplios si de esas conversaciones se derivaran posibles acuerdos con otros agentes; prueba de ello es el documento de ELA con más de 80 propuestas presentada al lehendakari en la reunión mantenida en Ajuria Enea. No obstante, sin compartir y trabajar esas bases de antemano, este tipo de procesos se convierten en meros ejercicios de propaganda.
Negociación unilateral
Poco después de la reunión de ELA con el lehendakari, el sindicato tuvo conocimiento a través de los medios de comunicación y de las y los trabajadores de que el Gobierno iba a implantar en Osakidetza un nuevo sistema de horas extras, sin ningún contraste con otros sindicatos y negociando de forma unilateral y encubierta con el Sindicato Médico; lo que no es un buen ejemplo que muestre una voluntad real de diálogo.
ELA considera que la realización de más horas extras, el impulso de la autoconcertación y un desarrollo profesional fraudulento son tres de los problemas fundamentales de Osakidetza, y han generado, junto a otras cuestiones, la actual situación de colapso. Este acuerdo de julio demostró que en lugar de ofrecer recursos al sistema público de salud, el Gobierno prefiere establecer horas extras con el apoyo de los sindicatos corporativos antes de abordar la cuestión de la escasez de profesionales.
Por otro lado, hay que recordar que el Gobierno Vasco volvió a imponer unilateralmente la subida salarial para el año 2024 en julio, sin ninguna reunión con los sindicatos.
Diálogo social y mesa sectorial de Osakidetza
Durante la pandemia, ELA revisó de forma excepcional su participación en el Diálogo Social y asistió a las reuniones convocadas por el lehendakari Urkullu. Sin embargo, no se tuvo en cuenta ninguna de las aportaciones realizadas por ELA ni por otros sindicatos, y el Gobierno Vasco utilizó a su antojo la participación de ELA para señalar que sus políticas públicas habían sido adoptadas tras escuchar a la sociedad. ELA no participará en reuniones con fines propagandísticos sin contenidos y medidas concretas.
Además, hay que recordar que ELA está en la mesa sectorial de Osakidetza con el resto de sindicatos, pero esa mesa está totalmente bloqueada. En los últimos 12 meses, tras 14 reuniones, no se ha avanzado absolutamente en nada. Organizar foros alternativos cuando la mesa negociadora de las condiciones de trabajo no está capacitada para ningún acuerdo con estos sindicatos es un ejercicio de propaganda que deja en evidencia la falta de credibilidad de la iniciativa del lehendakari.
Más recursos, más planificación
Para revertir la grave situación de Osakidetza es imprescindible un cambio estructural profundo y una mejora de las condiciones laborales de las plantillas. De momento, el Pacto Sanitario no tiene bases compartidas, al menos con ELA. En opinión de ELA, el fortalecimiento de la sanidad pública y la reducción de los recursos destinados a la sanidad privada, la mejora de las condiciones laborales y el aumento sustancial del presupuesto deben ser las bases para alcanzar un nuevo acuerdo que garantice una sanidad pública de calidad. Esos deben ser los pilares para una negociación real en Osakidetza.