Continúan los paros en Tubos Reunidos de Amurrio en defensa de un convenio digno

Hace cinco años que se renovó el convenio, se han aplicado ocho ERTEs y las condiciones laborales no han hecho más que empeorar. La deuda es considerable, resultado de los beneficios que percibieron los accionistas en su día. Además, en 2021 esa deuda se incrementó con dinero público para llevar a cabo un supuesto plan estratégico que generaba más dudas que certezas. Desgraciadamente, estamos convencidos de que esa deuda la tendrán que pagar los trabajadores y trabajadoras.
De hecho, la dirección ha renunciado a recuperar el IPC para los trabajadores y trabajadoras del periodo 2017-2021; los salarios de la dirección, en cambio, siguen incrementándose. ELA no va a aceptar que se use el IPC del 2021 como moneda de cambio de un nuevo convenio. La negativa de la Dirección a cerrar un acuerdo el año pasado conlleva que el 2021 sea un año más de atrasos junto con el periodo 2017-2020; estas son las consecuencias de la nefasta estrategia de negociación.