La plantilla de Araluce anuncia que retoma las movilizaciones

El pasado 26 de diciembre, el Grupo Batz, con el amparo del administrador concursal y mediante un auxilio judicial, entró en las instalaciones de Araluce para vaciar las cargas de trabajo y llevarlas directamente a las instalaciones de Batz. En esas fechas, en Aracule, estaban inmersos en un ERE para los 141 trabajadores y trabajadoras. Un proceso plagado de irregularidades que la plantilla ha denunciado reiteradamente.
Recientemente, el Juzgado Mercantil ha emitido un auxilio judicial, para reponer las redes informáticas de Araluce, que fueron cortados por Batz de forma unilateral e ilegal. Es un hecho relevante, que se suma a un proceso de liquidación de la empresa, plagado de irregularidades. Y es otra prueba más de lo que ha sucedido en todo este proceso. Decisiones conscientes y unilaterales de Batz hacia Araluce, sometida en todo momento a los intereses de la cooperativa. La plantilla afirma “tenemos muy claro que el Grupo Batz y Batz – Araluce conforman un grupo laboral. Y ello ha sido así en todas las decisiones económicas, industriales y estratégicas”.
Denuncian la actitud del Grupo Batz y MCC (Corporación a la que pertenece), que no han dudado en imponer su decisión de cerrar Batz – Araluce, además de no abonar salarios desde enero, a costa del sufrimiento de 141 familias. “Los supuestos “principios colaborativos” de MCC han demostrado ser una farsa en nuestra empresa”.
Por otra parte, los trabajadores y trabajadoras denuncian la necesaria colaboración en esta macabra estrategia de la cooperativa, del administrador concursal, que ha sido partícipe en todas las irregularidades del proceso, evitando pronunciarse sobre el grupo laboral y evitando despejar dudas sobre este aspecto.
Tampoco olvidan el posicionamiento del Gobierno Vasco, dando cobertura al Grupo Batz, tomando parte activa para que se pueda desmantelar una empresa como Araluce, con carga de trabajo.
Por todo esto, anuncian que en los próximos días, retomarán las movilizaciones que fueron suspendidas por la crisis del Covid-19. La plantilla afirma que “aunque los liquidadores de la empresa señalaron que la plantilla estaría despedida el 31 de diciembre, los 141 seguimos perteneciendo a Batz – Araluce y seguiremos defendiendo nuestros derechos”.