ENSEÑANZA PÚBLICA
“El objetivo de las huelgas en Educación es renovar los convenios con buenos contenidos”

ELA, junto con los sindicatos Steilas, LAB y CCOO, ha convocado doce jornadas de huelga en la Educación Pública de la Comunidad Autónoma Vasca: cuatro días en el profesorado de la educación pública no universitaria (22-23 enero y 26-27 febrero), cuatro días en el Consorcio Haurreskolak (28-29 enero y 12-13 febrero) y otros cuatro días en el sector de cocineros/as y limpiadores/as (30-31 enero y 19-20 febrero). Miren Zubizarreta, responsable de ELA en Educación, hace hincapié en la importancia de la huelga y la movilización y está segura de que el seguimiento será muy alto.
¿Por qué convocamos estas jornadas de huelga?
El curso pasado convocamos tres jornadas de huelga vinculadas a todo el sector público, en octubre, diciembre y marzo. Además, el 24 de octubre, excepto LAB, el resto de sindicatos convocamos huelga en la Educación Pública. En medio, por supuesto, estuvo la huelga feminista general del 30 de noviembre. Las huelgas que hemos convocado ahora son una continuación de la dinámica iniciada el curso pasado. En esa lógica debemos entender esta convocatoria.
Los trabajadores y las trabajadoras de la Educación Pública llevan años y años sin renovar el convenio laboral. El convenio del profesorado está sin renovar desde 2010, mientras que el del personal de cocina y limpieza y el del Consorcio Haurreskolak lo están desde 2009. ¡Y estamos en el año 2025! El objetivo no es renovar los convenios por el mero hecho de renovarlos, el objetivo es renovar los convenios con buenos contenidos. Y, esos contenidos son los que pusimos sobre la mesa el curso pasado en las huelgas del sector público.
¿Cuáles serían esos contenidos?
Hay varios puntos importantes. Por ejemplo, la recuperación del poder adquisitivo. Desde la firma del último convenio el personal educativo ha tenido una pérdida de poder adquisitivo del 20%. En ELA hemos trabajado mucho este tema y tenemos una propuesta concreta para recuperar el poder adquisitivo perdido.
Otro punto básico es el alivio de las cargas de trabajo. En este tema también hemos trabajado una propuesta concreta, con el objetivo de reducir las horas lectivas en todas las etapas y de forma generalizada. La reducción de cargas de trabajo también es una medida de garantía de empleo. Y, por supuesto, para mejorar la calidad de la educación que se ofrece es muy importante aliviar las cargas de trabajo.
La bajada de ratios y el aumento de recursos también son claves para garantizar una Educación Pública de calidad. También pedimos que se desarrolle el plan Gazteberritze. Y, por supuesto, también queremos poner sobre la mesa el tema del empleo. Aprovechando las fluctuaciones de la natalidad es imprescindible garantizar el empleo y estabilizar los puestos de trabajo ante las fusiones y cierres de centros públicos que se están decidiendo unilateralmente. Son miles y miles los trabajadores y las trabajadoras que año tras año están realizando sustituciones. A pesar de las sustituciones, es evidente que están cubriendo una necesidad estructural. Hablemos de cómo regularizar esta situación, qué se puede hacer para que esos trabajadores y esas trabajadoras sean fijos. Es imprescindible adoptar medidas para reducir la temporalidad real al 8%, incluidos los sustitutos y las sustitutas.
Por último, mencionaría otros tres puntos básicos: planes de igualdad, euskera y salud laboral. En ELA llevamos tiempo trabajando en el ámbito de la salud laboral. Prueba de ello son las comparecencias y movilizaciones que hemos realizado en los últimos meses. Sobre los riesgos psicosociales no hay un solo estudio, no se le da importancia. El Departamento de Educación, en teoría, cuenta con un servicio de prevención propio, pero sin apenas recursos. ¿Qué trabajo podría hacer ese servicio si no tiene gente?
Desde el curso pasado hay un nuevo Gobierno Vasco. Nueva consejería de Educación, ¿viejas políticas?
Sí. Cuando hicimos públicas las convocatorias de huelga el Departamento de Educación manifestó que estaban sorprendidos, argumentando que se reúnen casi a diario con los sindicatos. Es cierto que se reúnen periódicamente con los sindicatos –no tanto con nosotros–, que convocan mesas negociadoras y mesas técnicas. Pero luego esas reuniones carecen de contenido.
De momento el Gobierno Vasco dice dos cosas claras: primero, que en los presupuestos no hay dinero para responder a nuestras demandas; por otro lado, que tienen unos topes competenciales y que existen asuntos que decide Madrid y que vienen decididos. Es vergonzosa la utilización misma del argumento de que los presupuestos del estado español y el resto de leyes que marcan estos supuestos topes, cuando suelen aprobarse con el apoyo y los votos a favor de los partidos de aquí.
De paso, excusas que valen para todo el sector público...
Por eso decimos que estas huelgas están directamente relacionadas con las convocadas el curso pasado en el sector público, porque utilizan esas dos mismas excusas para todo el sector público. Habrá que buscar formas y fórmulas para conseguir las cosas, sí. Pero el Gobierno Vasco también tiene que hacer una defensa de sus competencias. Hay que reivindicar que las condiciones laborales, el empleo o los servicios públicos se decidan aquí. Mientras no ejerza esa presión, mientras no se puedan decidir aquí esos puntos, las medidas que se tomen serán meros parches. También hay que destinar inversiones suficientes para garantizar unos buenos y eficaces servicios públicos en los presupuestos. Eso está directamente relacionado con la fiscalidad. Precisamente, el 14 de diciembre miles de personas nos reunimos en las calles de Bilbao para reivindicar eso.
La intención del Gobierno Vasco es meternos en esa regla de juego. Nos dicen: ‘Los salarios vienen decididos desde Madrid, el empleo lo marca Madrid, sobre la jubilación anticipada decide Madrid. Nosotros no nos podemos mover de ahí’. Ese es el marco que nos quieren imponer. Algunos se adaptan más a ese marco, pero desde ELA tenemos claro que no, no aceptamos que ese sea el campo de juego y que esas sean las reglas de juego. Pedimos medidas para recuperar el poder adquisitivo, medidas para anticipar la jubilación, medidas para aliviar las cargas de trabajo, procesos para reducir la temporalidad al 8%... Y para ello reivindicamos que las condiciones laborales de los empleados públicos deben decidirse aquí.
Por tanto, nos reunimos, hay reuniones, pero son mesas sin contenido, no hay negociación real. El Gobierno Vasco quiere establecer cuáles son los contenidos máximos y si te mueves de ahí no hay consenso.
¿Y qué podemos hacer para desatar ese nudo?
Para empezar, es imprescindible una movilización continuada y potente. Hay que mantenerla activa en el tiempo. En cuanto a las mesas, quizá sería lógico no acudir a las que no tienen contenido, al menos hasta que haya contenidos reales. Ya lo hemos comentado, son algo más de 15 años sin convenio. Imaginad cuántas reuniones ha habido en estos años, cuántas mesas negociadoras se han convocado. Y ahí seguimos, sin contenido real. Después de tantos años quizá lo más coherente sería interrumpir la participación en esas mesas hasta que tuvieran contenidos reales. Nosotros lo hemos planteado, pero en este punto no hay consenso sindical. Es normal que la gente no entienda para qué sirven esas mesas negociadoras si han pasado más de 15 años desde la última renovación del convenio. Y, por otro lado, le da legitimidad y una excusa al Gobierno Vasco. De hecho, el Gobierno Vasco utiliza una ficción como excusa para justificar la existencia de una negociación.
Las huelgas en Educación Pública se anunciaron el 16 de diciembre de 2024. Tres días después, el 19 de diciembre, el Gobierno Vasco alcanzó un acuerdo en el sector de Educación Especial con LAB, Steilas y UGT. CCOO no firmó. ELA criticó el acuerdo. ¿Por qué?
Porque no se tienen en cuenta las principales reivindicaciones del sector. Al fin y al cabo, el acuerdo no recoge los contenidos que reivindicamos en el resto de sectores de la Educación Pública. Creemos que estamos ante una oportunidad perdida. A pesar de que el acuerdo tiene algunos aspectos positivos, los negativos son muchos más, claramente. El acuerdo tiene varias cuestiones sin concreción, muchos temas se destinan a futuras negociaciones: jornada laboral, salud laboral, reducciones horarias por edad, normativa de sustituciones, euskaldunización... Y, además, en el acuerdo se recogen retrocesos y recortes.
Tenemos mil razones para estar en contra. Por ejemplo, no se recuperará el poder adquisitivo. No se prevén incrementos salariales con referencia y garantía del IPC para todos los colectivos. En el acuerdo no hay ninguna retroactividad porque las subidas salariales son para 2025 y 2026.
Y, además de los salarios, el convenio tiene otras carencias evidentes. No se concreta la fórmula para reducir la temporalidad real por consolidación al 8%; no se recogen las medidas para garantizar la organización del trabajo y las cargas de trabajo adecuadas, y se posponen para futuras negociaciones; no hay medidas para convertir los puestos de media jornada en jornada completa; los contratos relevo salen del ámbito de negociación; no hay medidas efectivas para mejorar las condiciones de los sustitutos...
Resumiendo, no se recogen las cosas que estamos reivindicando en las huelgas convocadas en otros sectores de la educación. Por lo tanto, no entendemos qué justifica su firma.
¿Cómo prevé el seguimiento de las huelgas y movilizaciones convocadas para enero y febrero?
La gente de Educación está enfadada y es evidente que tiene mil razones. En ELA estamos poniendo toda nuestra fuerza para que estas doce jornadas de huelga sean exitosas. La gente de Educación está haciendo un trabajo estupendo. ELA pondrá todas las herramientas a su alcance para tener una dinámica de movilización exitosa. Por ejemplo, la caja de resistencia de la huelga. La huelga y la movilización son nuestra herramienta más eficaz para conseguir una mejora real de las condiciones de trabajo y de vida, también en la educación pública. ELA hará todo lo posible para reforzar la dinámica de huelga y movilización hasta conseguir esas reivindicaciones. Seguiremos luchando hasta conseguir buenos convenios.
30 de enero: huelga en la enseñanza pública de Navarra
En la Educación Pública Navarra también está en marcha una dinámica de huelgas y movilizaciones. Este curso ya se han llevado a cabo dos jornadas de huelga, la última el 29 de octubre. ELA valora muy positivamente el seguimiento que han tenido estas convocatorias. Y hay un punto importante. El seguimiento de la segunda jornada de huelga fue aún más amplio. Esto deja claro el enfado de las y los trabajadores. El Departamento de Educación de Navarra presentó su última propuesta el 27 de noviembre. Un documento que desgraciadamente no satisface en ningún caso las reivindicaciones de quienes trabajan en el sector y que no da respuesta a los motivos de las huelgas. Por eso, y hasta que no haya un acuerdo que recoja los contenidos reales, ELA seguirá luchando. Prueba de ello es la convocatoria de huelga para el 30 de enero, la tercera del curso.