2 tweets, 45 días

La empresa bZERO MARKETING INTEGRAL presta los servicios de atención al cliente de Eroski en el sector de Telemarketing. Y el personal de esa empresa es subcontratado, compuesto mayoritariamente por mujeres, mujeres explotadas.

Nuestras condiciones son de miseria laboral: sueldos en torno a los 800 €, jornadas parciales, sin subrogación, con modificaciones sustanciales de condiciones, así como con flexibilidad interna, y sin tomar en consideración las categorías profesionales.

Las condiciones del centro de trabajo son igualmente paupérrimas: los ordenadores y las aplicaciones necesarias para el trabajo no funcionan correctamente, los ordenadores se apagan durante las llamadas, las aplicaciones dejan de funcionar de pronto, no podemos oir a los clientes, etc. Poca ventilación, escasa iluminación, las sillas sucias y desvencijadas, de donde provienen los dolores musculares que nos aquejan. Además, tenemos que pedir permiso para ir al baño, que se encuentra fuera del centro de trabajo. Los descansos los tenemos que hacer escalonadamente, lo que provoca poca comunicación entre nosotras. Hubo un tiempo en que nos prohibieron hasta hablar. Tenemos una presión constante para que contestemos el mayor número de llamadas en el menor tiempo posible. Atendemos asimismo a distintas empresas y servicios.

Y por si todo ello fuera poco, muchos compañeros son contratados a través de ETTs, y en fraude de ley.

¡Se nos pide también que contestemos con una sonrisa telefónica! Hace falta tener cara dura, pedirnos encima que contestemos con la dichosa sonrisa telefónica, a cambio de una miseria de sueldo.

Esa cruda realidad la he tenido que soportar durante 12 años. La gota que desbordó el vaso llegó en las últimas Navidades, cuando bZERO nos anunció que Eroski sortearía 2 lotes, por intranet, entre todo el personal.

Todo un record el de estas empresas, sortean dos lotes de 15 € entre 80 trabajadores. Trabajadores que no tienen ni para encender la luz ni la calefacción en casa, que no pueden pagar el alquiler, que no se pueden permitir comprar una alimentación saludable con los sueldos que tienen.

Harta de esas condiciones insoportables, decidí denunciar la situación en las redes sociales, concretamente en Twitter, y me impusieron una sanción de 45 días de empleo y sueldo, por falta muy grave.

De todos modos, no se trataba de la primera ocasión, con anterioridad también había denunciado nuestra precariedad en chats, blogs, Twitter, Facebook y en los medios.

¿Entonces, por qué han dado ahora el paso? ¿Qué es lo que les ha molestado y dolido tanto?

Por una parte querría mencionar la postura de Eroski. No les ha gustado nada que se relacione su nombre con la precariedad. Una empresa que vende Eusko Label, y que luego subcontrata los servicios que no se encuadran en su primera actividad (compraventa), para así sacudirse la responsabilidad por unas condiciones laborales deplorables, pero sin tampoco perder el control sobre el personal.

Por otra parte, el posicionamiento de bZERO ha consistido basicamente en silenciar las protestas, que las condiciones precarias no se hagan públicas, escondiendo el polvo debajo de la alfombra. Debemos soportar en silencio nuestras condiciones, como lo del anuncio de las hemorroides. No nos quieren organizadas, nos quieren mantener aisladas y cada una por su lado. Saben que organizadas podemos hacerles frente, y eso no les gusta. Por eso, precisamente, me han sancionado, para que cunda el ejemplo. Su mensaje ha sido claro: al que se atreva a denunciar condiciones precarias, suspensión de sueldo. Ellos ya conocen que el sueldo es mi única fuente de ingresos. Y así me quieren amordazar. El que no guarde silencio, que se atenga a las consecuencias; ese es el mensaje y el chantaje. Y para conseguirlo, restringen la libertad de expresión, nos imponen la ley mordaza. Vulneran la libertad de expresión, porque se sienten más cómodos haciendo persecución sindical. Nos quieren a todos sometidos, a ELA, a sus delegados, militantes y simpatizantes. Nos han tocado tiempos duros, y lo que todavía está por venir... La confrontación con nosotras es dura.

A pesar de tener todo en contra, no vamos a dejarles salirse con la suya. Para ello, ELA puede y debe ser un valioso instrumento en nuestras manos: organización; denuncia de situaciones precarizadas; elaboración, puesta en común y difusión de diagnósticos; mejorar juntos la correlación de fuerzas de cara a la lucha. La razón está de nuestro lado. Las redes sociales también son imprescindibles para lograr nuestros objetivos. Suelen decir que practicamos un sindicalismo del siglo XIX o del XX, pero cuando utilizamos los mecanismos del siglo XXI no les hace ninguna gracia.

Que sepan que no voy a ceder hasta conseguir unas condiciones dignas. Que ELA no cederá. Que sus tácticas son inútiles. Que utilizaremos todos los recursos: los habituales, los actuales y los que imaginemos. ¡Siempre tendrán enfrente a los militantes de ELA!

Gora Euskal langileria!

Gora ELA feminista!

Gora gu ta gutarrak!