Movilización para denunciar el desmantelamiento de Osakidetza, el 26 de junio en Bilbao

El pasado 8 de junio, en unas declaraciones públicas, la consejera de Salud afirmaba que la ciudadanía “tendrá que desplazarse más y más a menudo”. En opinión de los sindicatos, estas declaraciones evidencian la estrategia del Gobierno Vasco: desmantelar la Atención Primaria y precarizar el resto de niveles asistenciales, a través de la privatización, del ataque a los servicios públicos y del negocio de los seguros sanitarios privados.

Los sindicatos subrayan que las palabras de Sagardui fueron claras, a pesar de que trás el revuelo social, el Gobierno Vasco tratara de matizar sus declaraciones. “La consejera explicó, con absoluta nitidez, que se van a cerrar consultorios; que algunos estarán atendidos, en exclusiva, por personal de enfermería; que se va a seguir ahondando en la especialización de los hospitales, o lo que es lo mismo, se van a cerrar servicios que hoy existen, para pasar a ofrecerlos en un único hospital en toda la CAPV; y que la ciudadanía se va a tener que desplazar más y más a menudo”, remarcan.

“En un ejercicio de absoluta demagogia, la consejera calificaba de cambio cultural lo que en realidad supone el desmantelamiento del sistema sanitario público, la precarización del servicio sanitario que se ofrece a la ciudadanía y también de las condiciones laborales de la plantilla”. Los sindicatos denuncian que el Gobierno Vasco se ampara en una eventual falta de profesionales para justificar los recortes, y recuerdan que esto sólo es el resultado de sus decisiones políticas. “Además intenta predicar incluso con categorías en las que esa escasez es inexistente, más allá de su falta de voluntad de reforzar e invertir en sanidad pública”.

El 17 de junio, el Lehendakari afirmó en el Parlamento que el Gobierno Vasco va a reforzar la Atención Primaria y que va a ampliar, renovar y consolidar plantillas, algo que los sindicatos desmienten. “Urkullu miente. Una vez más, Osakidetza va a cerrar centros de salud en verano; va a restringir el horario de otros; no va a sustituir las vacaciones de muchos profesionales; va a sobrecargar, todavía más, a los trabajadores y trabajadoras que presten servicios en ese período; y va a precarizar la atención que se ofrece a la ciudadanía”.

Además, remarcan que este año la situación es aún más grave, porque Osakidetza ha planteado la reducción de horarios incluso en centros de salud en los que la plantilla se había puesto de acuerdo para cubrir el servicio en la totalidad del horario, sin necesidad de recorte.

En lo que a la consolidación de las plantillas se refiere, los sindicatos reiteran que Osakidetza no tiene ninguna voluntad de dar pasos para terminar, de una vez por todas, con las altísimas tasas de temporalidad que soporta la plantilla. En Osakidetza hay más de 24.600 temporales; sin embargo, el Gobierno Vasco sólo plantea una OPE de estabilización de 3.700 plazas, lo cual supone mantener la tasa de temporalidad en el 50%.