199.000 personas en la CAPV en situación de exclusión severa

09/04/2022
Cáritas y la Fundación Foessa presentaron su informe sobre la exclusión y el desarrollo social en la Comunidad Autónoma del País Vasco, analizando la situación posterior a la Covid19.

 

Las personas en situación de exclusión social en la CAPV representan el 16,3% de la población es decir, 1 de cada 6 habitantes. Significa, que tienen problemas con el empleo, los ingresos y, en consecuencia, la capacidad de consumo, el derecho a la educación, la salud y la vivienda y la dificultad para las relaciones sociales (soledad o conflicto social). La “sociedad excluida”, personas que ocupan el espacio más extremo de la exclusión social severa, son ya 100.000 personas en 2021 cuando en 2018 eran 20.000.

La fractura social en la CAPV tiene su origen en cinco grandes brechas: origen, género, ingresos, edad y tecnología, y los datos principales son concluyentes; la exclusión severa llega a las 199.000 personas profundizando en la brecha.

115.000 hogares dependen económicamente de una persona con grave inestabilidad laboral, es decir, de una persona que ha estado en paro 3 o más meses en el último año, 3 o más contratos en 3 o más empresas. Del año 2018 al 2021, se han elevado del 12,9% y la CAPV ha superado la tasa española en un 10,3%.

Los datos de exclusión residencial y acceso a la vivienda son claros, el pago del alquiler o la hipoteca deja en extrema pobreza a 113.000 familias, 39.000 familias viven en viviendas inseguras y 52.000 viven en casas inadecuadas.

También son destacables los siguientes datos en la fotografía de la exclusión en la CAPV. Desde 2008, la diferencia entre la población con más y menos ingresos se ha incrementado en más del 18%; en términos de brecha económica de género y en hogares monoparentales, la exclusión social se sitúa en torno al 32% en los casos en los que la mujer está al frente del hogar; los hombres sustentan la familia y se da la exclusión en el 15,5% y en el caso de las mujeres es del 18%; casi 6 de cada 10 hogares encabezadas por una persona extranjera se encuentra en situación de exclusión grave.

En el informe destaca un aspecto relacionado con el estado de ánimo y la salud mental, tras la pandemia. El 49,3% de la población vasca considera que su estado de ánimo es peor y el porcentaje de familias con algún miembro de la familia diagnosticada con alguna enfermedad mental supera el 14%.

Sin embargo, el nivel de activación de las familias en situación de vulnerabilidad es alto, si bien se intenta estereotipar a las personas en situación de pobreza y exclusión social como personas pasivas y no motivadas, a veces, llegando a criminalizarles, el dato desmonta por completo la idea existente en la sociedad.

Tras el análisis del informe, es obvio que la pobreza y la exclusión social en la CAPV es una realidad muy preocupante, y es evidente que las políticas públicas actuales son insuficientes y no dan la respuesta necesaria a la actual situación.