“Rementeria y González se postulan como herederos de Esperanza Aguirre”

20/11/2019
Mikel Noval, responsable de Estudios de ELA, califica de “atraco a las clases populares” el intento de eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto sobre Sucesiones. Noval reitera que la fiscalidad no se puede sustraer del debate presupuestario, en relación a las negociaciones del Gobierno Vasco con Podemos.

Los máximos responsables de las Diputaciones de Bizkaia y de Araba (Unai Rementeria y Ramiro González) han iniciado la carrera para ver quién es quien ofrece mejores condiciones a los grandes capitales. Así, han dado a entender que plantean eliminar el Impuesto sobre Sucesiones y el Impuesto sobre el Patrimonio. En 2018 se recaudaron en la CAPV 317 millones de euros por estos impuestos (185 por el de Patrimonio o Grandes Fortunas y 132 por el de Sucesiones y Donaciones).

Para Noval, “a falta de concreciones sobre la propuesta, se constata que se trata de favorecer a quienes más tienen”. En el impuesto sobre Patrimonio hay menos de 18.000 contribuyentes. No es nueva la intención de eliminarlo. De hecho, ya se eliminó en 2009, y se volvió a aprobar en 2012, con una normativa más laxa en Araba y en Bizkaia que en Gipuzkoa.La recaudación total en 2018 (los 185 millones citados) es similar a la de 2008 (181 millones), aunque la acumulación de riqueza de las grandes fortunas es ahora notablemente mayor que hace 10 años. Y si se analiza por territorios se ve que en Gipuzkoa se recauda claramente más y en Bizkaia bastante menos que en 2008.

Para el responsable de Estudios de ELA es muy grave que se plantee eliminar estos impuestos, y ello por dos razones:

  • La primera, por modelo. Los máximos dirigentes de las Diputaciones de Bizkaia y Araba pretenden heredar el espíritu más rancio de Esperanza Aguirre. Van directamente a favorecer a los más ricos de la sociedad, sin reparos. Se ve que les encanta que las desigualdades sigan creciendo.
  • La segunda, porque se necesita recaudar más, no menos. Llama la atención con qué alegría se hacen propuestas que supone dejar de recaudar 317 millones de euros, 3 veces más que todo el presupuesto de Vivienda del Gobierno Vasco o casi todo lo que se destina a la RGI.

Por último, el responsable de ELA señala que existe una relación directa entre la fiscalidad y la política presupuestaria. El proyecto de presupuestos del Gobierno Vasco es una copia del presentado para 2019, y, por tanto, es tan neoliberal como el anterior. En alusión a Podemos indica que “ninguna fuerza progresista puede justificar en base a los contenidos un cambio de posición de cara al debate presupuestario, ni es de recibo renunciar a exigir un cambio sustancial en la política fiscal, para aumentar los impuestos a las rentas altas, a las empresas y al capital.”