Argentina condenada a la pobreza
La función del FMI y sus rescates financieros son garantizar el reembolso de la deuda contraída; establecer reformas estructurales que tienen por objeto liberalizar la economía, la apertura a los mercados internacionales y reducir la presencia del sector público; de esta manera permiten progresivamente a los países endeudados tener acceso a los préstamos privados por medio de los mercados financieros, aunque sin dejar de estar endeudados.
Así ha sido en el caso de Argentina, que en junio de 2018 acordó con el FMI un préstamo de 57.000 millones de dolares, el mayor préstamo en la historia de esa entidad, que ahora se está volviendo impagable. El país, que ya estaba sumido en una crisis económica antes del préstamo, a septiembre de 2019 se encuentra en una situación aún más catastrófica en la que la inflación es el gran quebradero de cabeza. Los siguientes datos son un resumen de lo que esta ocurriendo en el país latinoamericano:
La economía se ha contraído en el primer semestre un 2,5% respecto al mismo semestre del año pasado.
Tanto el consumo privado como el público se han reducido notablemente.
El desempleo se ha incrementado un 0,5% en el segundo trimestre y la subocupación también ha tenido una subida importante.
Los datos oficiales de la inflación de agosto traen un detalle que preocupa y otro –más grave- que coloca al país en el borde de una hiperinflación. La inflación en los precios registró un incremento del 4% respecto al mes de julio, a pesar que tarifas y precios de combustibles habían sido congelados. La cifras de la inflación desde diciembre alcanzan el 30% y el interanual el 54,5%.
Los datos de pobreza son alarmantes, los últimos datos (primer semestre de 2019) muestran que el 35,4% de las personas son pobres y el 7,7% vive en la indigencia. No obstante, a día de hoy la pobreza aún es mayor, ya que el indicador anunciado aún no recoge los datos correspondientes al tercer trimestre de este año, en que tuvo lugar la última gran devaluación del peso.
Se va confirmando que el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha mejorado en absoluto las condiciones de vida de la clase trabajadora. Y como se ha mencionado, no es la única experiencia histórica que ocurre relacionado con este organismo, sino que se trata de un proceso sistemático llamado Sistema Deuda. Por lo tanto, el rescate se resume en pérdida de la soberanía nacional y mayor supeditación a los organismos financieros multilaterales, siendo el único propósito de estos la defensa de los intereses del capital financiero .
Las organizaciones de izquierdas debemos plantar cara a estos organismos y a sus políticas austericidas, desmontar el discurso neoliberal y apostar por la soberanía de los pueblos.