Migración
El nuevo Reglamento de Extranjería sigue siendo restrictivo

Se reduce el plazo de estancia exigido para solicitar el arraigo de 3 a 2 años, facilitando así que personas que ya están integradas pero en situación irregular puedan contar antes con permiso de residencia legal. Se aprueba también el arraigo de segunda oportunidad pero es exclusivo para aquellas personas que ya obtuvieron el permiso y lo perdieron y aún así han permanecido en territorio español durante dos años.
Esta opción no es aplicable para las personas solicitantes de asilo. En este caso, el tiempo transcurrido mientras se espera a que la solicitud de protección internacional se resuelva, va a dejar de ser computable para la regularización por arraigo. Esta es una de las mayores preocupaciones e inseguridades para estas personas, ya que se trata de tiempo perdido y no cuenta para la regularización por arraigo. El contador está como cuando llegaron, a 0. Y quienes ya se encuentran inmersos en el procedimiento y reciban una denegación a partir del 20 de mayo, tampoco se beneficiarán, ya que tampoco se les computará. La reforma castiga especialmente a este colectivo. Así, se dificulta enormemente la regularización, ampliando el tiempo de irregularidad administrativa con lo que ello supone para la personas que se encuentran en esa situación, que en muchos casos renunciarán o desistirán a un derecho fundamental.
Además, la unificación del permiso de arraigo familiar y del permiso de familiar comunitario agrupa tanto a los familiares directos como a la conocida como “familia extensa”, pero deja fuera a los ascendientes.
En el caso de la tarjeta de estudiante, aunque se registra alguna mejora, posibilitando la compatibilidad de estudios y trabajo, se permite trabajar hasta 30 horas mientras se realiza la formación y una vez finalizada se podrá cambiar el permiso de residencia por uno de trabajo presentando una oferta o contrato laboral, se endurece la posibilidad de realizar prácticas no laborales y actividades de investigación y se excluye de la posibilidad de cursar estudios a los menores.
Este reglamento tiene ya consecuencias y no va a resolver de manera inmediata la situación de irregularidad de un número muy importante de personas, con el impacto que esto tiene en sus condiciones de vida. El efecto disuasorio ya está funcionando. Por ello es necesario apostar por otras vías alternativas para la consecución de mejoras, como la Iniciativa Legislativa Popular de regularización YA!.
Por último, es importante cuidar siempre las palabras y afirmaciones que se realizan. La migración es un derecho, es riqueza, puede ser una alternativa, una necesidad, una huida, una oportunidad, pero nunca debe ser selectiva ni analizada exclusivamente bajo parámetros económicos.