ELA exige una reforma fiscal urgente para que las empresas contribuyan al menos con un 25% de sus beneficios al Impuesto de Sociedades

07/06/2022
Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA, y Mikel Noval (responsable del Gabinete de Estudios) han planteado la necesidad de que se apruebe de manera urgente una reforma fiscal para subir los impuestos al capital y a las rentas altas. Asimismo, han presentado el último informe sobre Fiscalidad realizado por el sindicato.

ELA afirma que el Gobierno Vasco, las Diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y el Gobierno de Navarra están aplicando las mismas recetas que Ayuso o Feijóo, negándose a abrir los debates sobre la fiscalidad que se están dando en todo el mundo para aumentar los impuestos al capital y a las rentas altas. Así, Lakuntza ha señalado que “las empresas tienen que pagar en el Impuesto sobre Sociedades al menos el 25% de sus beneficios. Hoy estamos muy lejos de eso, ya que aquí solo pagan un 7,3%. Aplicar esta propuesta supondría recaudar al año 2.300 millones de euros más en la CAPV y 1.200 millones más en Navarra, lo que permitiría aumentar de manera importante el presupuesto de Sanidad, Educación, Vivienda, Cuidados, Transición Ecosocial, así como las prestaciones sociales”.

Mikel Noval ha expuesto el resto de propuestas de ELA en materia fiscal, para eliminar el déficit estructural respecto a la Unión Europea. “Los datos son claros: el nivel de recaudación en relación a la riqueza producida, es decir, la presión fiscal, está muy por debajo de la media europea. En la CAPV la recaudación por todos los impuestos y cotizaciones sociales es del 33,7% del PIB; en Navarra, del 31,6%; y la media europea es del 40,2%. Para igualar la presión fiscal a la media europea habría que recaudar al año 4.640 millones de euros más en la CAPV y 1.746 millones más en Navarra”.

Noval ha recordado que existe un nivel muy elevado de fraude fiscal en las rentas no salariales. “En este campo no ha habido mejoras dignas. Es necesario inspeccionar, de una vez por todas, todas las rentas no salariales, porque la falta de inspección incentiva el fraude”. Además, se requiere cambiar la norma para obligar a las empresas a declarar sus ingresos en el lugar donde se producen, eliminando las posibilidades que ofrece la ingeniería fiscal. Del mismo modo, es necesario modificar el IRPF para aumentar los tipos impositivos a las rentas altas, aumentar los tramos y eliminar la tarifa que se aplica a las rentas del ahorro, que es mucho más baja, y para garantizar que no se va a subir el impuesto por no compensar el aumento de la inflación o el Impuesto de Patrimonio (modificando la tarifa para, entre otras medidas, duplicar la tarifa; establecer un recargo específico entre el 1 y el 10%).

Por último, Lakuntza ha denunciado que los responsables políticos de las Diputaciones, del Gobierno Vasco o del Gobierno de Navarra están tratando de esconder el debate abierto en todo el mundo sobre la necesidad de aumentar los impuestos al capital. “Un claro ejemplo es lo que está pasando con las empresas energéticas, que están teniendo unos beneficios muy altos. En distintos lugares se está planteando establecer un recargo sobre los beneficios excesivos. En vez de eso, nuestros gobernantes se pasan el día dorando la píldora a dirigentes de las empresas petroleras o eléctricas, como Josu Jon Imaz o Ignacio Sánchez Galán, que son quienes les dicen lo que tienen que hacer”.

“En vez de subir los impuestos al capital, como se está planteando incluso por el FMI, aquí se ha hecho lo contrario, bajar impuestos. En la práctica, esta política fiscal está mucho más alineada con lo que plantean Ayuso o Feijóo, con nefastas consecuencias sobre derechos sociales y los servicios públicos”, concluye el secretario general de ELA.

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