La pérdida de poder adquisitivo se acentúa en junio con el IPC al 10,2%

07/07/2022
Las noticias sobre el alza de precios inundan los medios de comunicación, y no es para menos, ya que los últimos meses estamos viendo un aumento de precios que no se veían desde la década de los ochenta

En el mes de junio, el IPC adelantado ha ascendido al 10,2%, un 1,8% más que el mes anterior. Además, el IPC subyacente (el indicador que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados y los carburantes) ha escalado hasta el 5,5%, una muestra de que el coste de la energía se ha derivado al producto final. Son cifras y estadísticas que reflejan lo que los ciudadanos viven en su día a día: el encarecimiento generalizado de la mayoría de bienes y servicios. A pesar de ello, nuestros ingresos (los sueldos, las prestaciones, las pensiones) ni de lejos están subiendo al mismo ritmo. El aumento de los salarios fijados por convenio en la CAPV se situó en el 5,1% en mayo; en Navarra, en cambio, fue del 3,8%. Aunque estos porcentajes son superiores a la de la media del Estado, debido al modelo sindical de nuestro territorio, el porcentaje sigue estando muy por debajo de la inflación, además, cabe añadir, que los convenios solo cubren al 12% de todos las personas trabajadoras, es decir, a 148.403. Pero hay otros datos que son todavía peores. Recordemos que la subida de las pensiones se quedó en el 3,5%, lo mismo pasó con el SMI, que en 2022 solo ha subido el 3,4% y también con el personal al servicio de las administraciones públicas, a quienes se les impuso una “subida” del 2%. De modo que todos estos porcentajes quedan muy lejos del 10,2% que ha marcado el IPC.

En consecuencia, estamos perdiendo poder adquisitivo, lo que también se traduce en un empobrecimiento de la clase trabajadora. Además, en este contexto, hay una parte de la población que sale aún más perjudicada, se trata de la población con menos recursos, una cuestión a la que no se le está dando demasiada relevancia. Ya hemos mencionado, que se está hablando mucho sobre la inflación, pero apenas encontramos estudios del impacto de la inflación por renta. Los análisis económicos en torno a la cuestión se están realizando desde otros puntos de vista. Uno de ellos es el debate de las causas, que difieren en función de cada teoría monetaria; esta cuestión, en concreto, ya lo abordamos en el análisis de coyuntura 142. En él señalabamos a los márgenes empresariales, al coste de la energía y a los cuellos de botella las verdaderas causas de la inflación. Otra punto de vista es el impacto que va a tener la inflación en la economía, las previsiones de crecimiento tienden a la baja por, entre otras cuestiones, el alza de precios, lo que ha provocado que incluso se hable de estanflación. Otro tema relacionado con la inflación ha sido el de si el IPC está bien medido o no por el INE, hay quien dice que debería ser menor y al contrario, otros que debería ser mayor.

A pesar de que sean cuestiones interesantes, a nuestro parecer el análisis por renta también debería ser otra cuestión central, ya que el alza de precios no produce los mismos efectos e toda la población. La razón es lógica. Los patrones de consumo de los hogares son distintos en función de la renta. Los hogares con menores ingresos consumen una proporción mayor en artículos de primera necesidad, como son los alimentos, alquileres, electricidad y gas. Justamente son esos grupos los que más están subiendo, los alimentos son un 11,2% más caros que hace un año, la electricidad un 30,2%, el gas 19,4%, los hidrocarburos 33,6% y el combustible 86,4%.

Por tanto, aunque la inflación se esté notando en los bolsillos de toda la clase trabajadora, los hogares con menos recursos son los más golpeados por el contexto actual. En esta ecuación, sin embargo, no todos pierden. Están las empresas, que no solo trasladan el aumento de costes al precio final, sino que aprovechan la coyuntura para aumentar sus beneficios (ahora en niveles récord). Empresas como Repsol e Iberdrola son ejemplos de ello, el primero obtuvo un beneficio neto de 1.392 millones en el primer trimestre del año, un 115% más que un año antes; el segundo en 2021 tuvo un beneficio récord de 3.884 millones de euros.