ELA denuncia la actuación de la Ertzaintza contra quienes defienden su empleo en Tubacex

16/04/2021
Los y las trabajadoras de Tubacex han culminado hoy frente al Parlamento de Gasteiz la marcha iniciada en defensa de sus puestos de trabajo. En la concentración frente al Parlamento se han vuelto a reproducir escenas donde los y las trabajadoras han sido golpeados y se ha utilizado de manera desproporcionada la fuerza por parte de la Ertzaintza. El conflicto laboral de Tubacex está siendo abordado por el Gobierno de Gasteiz como un problema de orden público, y trata de criminalizar la lucha de estos trabajadores y trabajadoras en defensa de sus puestos de trabajo. El Gobierno de Gasteiz se ha colocado de manera descarada a favor de los intereses de la dirección de la empresa, utilizando a la Ertzaintza incluso para cachear a la representación de la plantilla antes de acceder a las reuniones.

La Ertzaintza únicamente se está encargando de cuidar los intereses de la dirección de la empresa y en ningún momento ha tratado de garantizar el derecho a la huelga o a la manifestación de quienes protestan, insistimos, por la defensa de sus puestos de trabajo. No se están investigando, por ejemplo, las coacciones que la dirección de Tubacex está llevando a cabo, llamando individualmente a las personas en huelga para que dejen de ejercer este derecho fundamental. La plantilla de Tubacex está sufriendo, por una parte, la violencia de la empresa con los despidos y, por otra, la de la Ertzaintza. La directriz política que emana de la Consejería es la de escarmentar a quienes luchan por su puesto de trabajo. Esta situación nos llena de indignación y aleja a la Ertzaintza del pueblo al que ha de servir.

ELA exige al Consejero Erkoreka una rectificación total de su manera de actuar en este conflicto laboral. Asimismo, que atienda de una vez por todas los continuos requerimientos realizados por este sindicato, para que se incluya en el periodo formativo materias sobre derechos fundamentales como el derecho de huelga, y que han sido sistemáticamente rechazados por el Departamento de Seguridad.

De no ser atendidas dichas demandas, demostrará su incapacidad para dirigir la policía  que este país necesita, una policía al servicio de su pueblo y sus gentes.