Mercedes Benz vuelve a asfixiar a la plantilla

17/04/2019
El 16 de abril Mercedes comunicó a los firmantes del convenio una nueva medida unilateral mediante la cual cambia el calendario por enésima vez el presente año para adaptarlo a las autoimpuestas necesidades de producción. Dentro de este baile de calendario en el que Mercedes, que ha decidido tomar como rehén a las trabajadoras y trabajadores de la planta de Gasteiz, una vez más vuelve a saltarse cualquier tipo de procedimiento legal y de respeto a la vida y la conciliación familiar de las personas comunicando que se ven alteradas las vacaciones fijadas a principios de año en el calendario anual.

Sin olvidar por supuesto, que dentro de ese secuestro masivo se ven afectados también los miles de trabajadores de todas las subcontratas que tienen que adaptarse inmediata y sumisamente a cada petición, tenga sentido o no, de la empresa matriz.

Con esta medida Mercedes vuelve a enseñar su verdadera cara, en la que se ve que tiene muy asumido que está muy por encima de cualquier norma y que va a hacer todo lo posible para que la plantilla asuma que el ser una de las empresas que más beneficios tiene en Euskal Herria le da derecho a tener secuestrada la voz y la voluntad de los trabajadores para que todo siga siendo igual. Desde hace un tiempo la flexibilidad ha pasado de servir de absorción de posibles oscilaciones a ser una herramienta estratégica para maximizar beneficios; todo ello, por supuesto, en perjuicio de los y las trabajadoras.

La verdadera cara de Mercedes es esa; la del fraude en la contratación masiva de eventuales, la de las modificaciones unilaterales de calendarios, la del despido libre de todo aquel que no idolatre a la empresa aún en la esfera privada y la de los acuerdos en los chiringuitos de las comisiones a espaldas de la voluntad de la mayoría de la plantilla y del comité de empresa.

Desde ELA vemos con preocupación cómo lejos de poner límites, la administración pone la alfombra roja y facilita a esta empresa hacer y deshacer a su antojo con la clara intención de que la opinión pública interiorice que es una empresa modelo, olvidando que de lo que es ejemplo es de malas prácticas empresariales y mala fe y que dista mucho de tener en cuenta los aspectos sociales de su plantilla.

Venimos denunciando desde hace tiempo la estrategia a largo plazo de esta empresa, que pretende actuar de lobby para cambiar las decisiones políticas de las administraciones respecto al sector automovilístico utilizando como moneda de cambio los derechos de sus empleados; es verdaderamente vergonzoso y una falta de respeto que lo haga de esta manera y en un contexto a día de hoy en récord de producción. No consideramos justo que se naturalice y se asuma como normal que una empresa como ésta juegue a su antojo con sus trabajadores y pretenda que carguen con el peso de una supuesta crisis de producción en la que no solo no tienen ningún tipo de responsabilidad sino que, además, es falsa.

En ese sentido desde el Sindicato exploraremos todas las vías jurídicas y sindicales para hacer frente a esta situación de excepción en forma de flexibilidad infinita que pretende naturalizar Mercedes en su relación con la plantilla.