Educación y sindicalismo inclusivos. La diversidad nos fortalece.

19/02/2019
Hablar de sindicalismo es hablar de inclusión. Es hablar de la no discriminación y de la defensa de los derechos laborales de todas las personas trabajadoras

Como personas tenemos derecho al trabajo. No solamente a un trabajo, sino a un trabajo que nos permita construir nuestro proyecto vital así como avanzar hacia una sociedad donde todas las personas ejerzan de forma libre su ciudadanía, con opciones reales de integración y desarrollo personal. La mirada necesaria para ejercer un contrapoder eficaz y responsable que impacte social, económica y políticamente, solamente puede construirse desde la diversidad. No existe una realidad homogénea, ni tan siguiera existe una sola realidad. Existen tantas realidades como personas y siempre aquella compartida es diversa, plural y cambiante. Compartir desde la diversidad es enriquecernos, es fortalecernos, es abrirnos a la oportunidad.

ELA somos un sindicato de clase que trabaja por y para todas las personas trabajadoras, independientemente del origen, del estatus económico, del género,  de las capacidades, de la edad, de la apariencia o de la profesión… Lo importante es que con lo que somos debemos tener los mismo derechos, las mismas oportunidades y también la obligación de generar estos derechos y oportunidades para todas la personas.

Como no podía ser de otra forma somos permeables a iniciativas sociales y educativas y apoyamos todas la que comparten la finalidad de construir una sociedad justa, ecosostenible, feminista y solidaria  para ser vivida plenamente por personas libres.

Decimos que somos feministas, sí. Está claro que lo que nos une es conseguir la  igualdades entre hombres y mujeres: igualdad formal e igualdad de hecho; igualdad de oportunidades y reconocimiento laboral; igualdad de reconocimiento social; igualdad de oportunidades de decisión y organización; igualdad de derechos,  obligaciones y reconocimiento familiar; igualdad de LIBERTAD para vivir como decidamos vivir. Por eso y porque pensamos que hay razones para salir a la calle, ELA apoya la huelga feminista del 8 de marzo.

Aunque críticos con la forma en que se está implementando, compartimos los objetivos Skolae porque persigue que el alumnado adquiera la competencia global de vivir en igualdad mediante la adquisición progresiva de competencias que le permitan construir y vivir el proyecto vital propio desde el conocimiento, la libertad y la capacidad de decidir sobre su futuro sin condicionantes de género. Eso sí, pedimos que los objetivos se extiendan a agentes económicos. Por eso  solicitamos al Departameto de Desorrollo Económico que al igual que desde el Departamento de Educación se están marcando unas directrices claras, sean valientes y marquen unos objetivos de obligado cumplimiento en materia de igualdad a las empresas que se benefician de fondos públicos

Apoyamos el esfuerzo que se está haciendo desde diferentes Servicios del Departamento para impulsar metodologías en las que todo el alumnado pueda ser incluído.  Merecen una mención especial las Comunidades de Aprendizaje, paradigma de cómo vivir la diferencia, crear espacios de bienestar y ser modelos de reconocido éxito.  Podríamos mencionar muchos ejemplo aunque en definitiva es el esfuerzo y la implicación de cada docente en cada centro para llegar a cada alumna y alumno, lo que nos hace confiar que  con el trabajo común podemos construir procesos de transformación profundos.

No solamente es importante mirar hacia afuera.  La mirada inclusiva se tiene que reflejar en el modelo de organización. Necesitamos hacer autocrítica, es nuestra obligación. Los planteamiento iniciales deben ser  coherentes con la realidad que queremos vivir, por eso ELA es un modelo de organización sustentado en federaciones profesionales que incluyen Servicios Públicos (federación que acoge a ELA Irakaskuntza), Industria, servicios y construcción. De este modo, todas la personas pueden integrarse independientemente de su oficio.  Las áreas de trabajo de ELA incluyen medio ambiente, política de género, inmigración...Así, algunos cambios suceden de manera natural, por ejemplo, el porcentaje de afiliación en ELA de personas extranjeras es similar al porcentaje de personas extranjeras en Euskal Herria. Para que se produzcan otros cambios, sin embargo, debemos atender conscientemente los desajustes y trabajar en común marcando objetivos concretos y medibles. Por eso en ELA, desde finales de los 90, estamos en un proceso de relevo generacional y de género. Este relevo obedece a la necesidad de coherencia y abarca tanto aspectos cuantitativos que puedan reflejarse en número de afiliados/as, delegado/as, etc.. como aspectos cualitativos que afectan a todos los ámbitos de decisión y al propio modelo organizacional.

Con una mirada abierta, somos cada vez más fuertes para avanzar en lo común. Sin que los éxitos nos atrapen y menos aún los fracasos, día a día trabajamos por una sociedad mejor.

 

ESKERRIK ASKO ELAKIDE; ZUREKIN GOAZ