Caos en la Ertzaintza

11/05/2012
Desde hace largo tiempo venimos denunciando la actuación de los máximos responsables de este Departamento por las decisiones que adopta, decisiones que nos han llevado a un caos absoluto en la Ertzaintza.

La problemática que se está dando en la Ertzainetxea de Sestao, al margen de la opinión que cada uno tenga de la Jefatura de esta Unidad, no es diferente a la de muchas Unidades de la Ertzaintza.

Las goteras de un edificio de la Ertzaintza, el hacinamiento en las dependencias, la falta de vehículos o la distribución de estos, la falta de calefacción en invierno, problemática de aire acondicionado en verano, no reposición de buzos, no entrega de uniformidad de verano (recordad la propaganda que se hicieron en agosto pasado con la entrega de esta ropa a los Ertzainas destinados en las tres capitales, que resultó ser un autentico fiasco), el último despropósito del responsable de la Ertzaintza de prohibir la utilización de material que no sea de dotación, aun sabiendo que la mayor parte de este material que se está utilizando y que no es entregado por el Departamento, es comprado por los propios Ertzainas para suplir las graves deficiencias que en cuanto a materiales padecemos, el desastre organizativo que está suponiendo la implantación del nuevo modelo de investigación, las continuas comisiones de servicio improvisadas y discriminatorias, etc…, lejos de ser problemas que se puedan identificar con una única Unidad o su Jefatura, son un problema estructural y sus máximos responsables tienen nombres y apellidos, y no son otros que:

 

ANTONIO VARELA (Exdirector de la Ertzaintza y ahora Jefe de ésta)

JOSE Mª ETXEGARAY FERNANDEZ (Director de Recursos Humanos)

JOSEBA BILBAO (Director de Infraestructuras)

MIGUEL BUEN (Viceconsejero de Seguridad)

RODOLFO ARES (Consejero de Interior)

Estos son los verdaderos responsables de este CAOS y es contra los que hay utilizar todas las herramientas y todos los esfuerzos. Otro tipo de actuaciones sólo se pueden entender como un intento de desviar responsabilidades para favorecer las posiciones de los verdaderos responsables y así no morder la mano del que les da de comer.