Acordado un nuevo convenio del Metal en Gipuzkoa, más justo y con más derechos
Esto va a suponer un importante incremento salarial y medidas para aportar estabilidad, reducir significativamente la precariedad y avanzar hacia un sector metalúrgico con una mayor igualdad de género.
Los contenidos del acuerdo son los mismos que ya fueron analizados por la militancia de ELA, y a los que hoy se han sumado más sindicatos:
- Incrementos salariales del 8,8% hasta 2019 en las tablas salariales (también en dietas, viajes, etc.) y del 0,8% en 2020 (en total, un 9,6%). Para 2021 y 2022 se garantiza el IPC para todas las empresas del sector (no devolución si el IPC es negativo).
- Cláusula de inaplicación (blindaje antirreforma laboral).
- Ultractividad indefinida (hasta ahora, el convenio no contenía ultractividad alguna).
- Subrogación para las personas subcontratadas en mantenimiento, almacén y logística, limpieza industrial y instalaciones telefónicas. Da estabilidad laboral a miles de trabajadores/as fuera de la empresa principal.
- Contratación por ETT, máximo un año (ese periodo y el realizado con contratos eventuales se reconoce como antigüedad).
- Igualdad. Las empresas deberán aportar más información que la obligatoria por ley y con plazos obligatorios.
- Licencias. Se elimina la necesidad de convivencia para disfrutarla.
- Flexibilidad: el preaviso pasa de 3 a 5 días.
- Se modifica el art.49: las modificaciones colectivas de salario solo se podrán aplicar mediante acuerdo.
- Prioridad aplicativa del convenio de Gipuzkoa frente al estatal.
También se ha planteado hoy activar la Comisión de Igualdad que fue acordada en el convenio 2007-09, firmado por Adegi, LAB, CCOO y UGT y que, 13 años después, no había registrado ninguna actividad.
ELA quiere mostrar su gran satisfacción. Los contenidos acordados colocan al convenio del Metal de Gipuzkoa como un referente indiscutible. Nos acordamos de los miles de metalúrgicas y metalúrgicos, que en la última década han tenido congeladas sus condiciones laborales y ahora van a poder mejorar sustancialmente su día a día.
No ha sido una negociación sencilla. ELA, por encima de críticas que no aportan nada a la clase trabajadora, se ha centrado en conseguir unos contenidos que ya calificamos como “históricos”. La suma ahora de otros sindicatos a estos mismos contenidos demuestra su importancia.
Es un acuerdo que muestra una visión estratégica y a largo plazo. No podemos pretender competir a base de precarizar las condiciones laborales. El camino es el contrario: trabajadores y trabajadoras reconocidos, que cuentan con condiciones laborales dignas.
Este acuerdo desnuda también la brecha de género que padece la sociedad de Gipuzkoa. Los sectores mayoritariamente masculinos, como la construcción, el papel o el metal, cuentan con convenios renovados. Quienes construyen y fabrican bienes de consumo cuentan con convenios dignos. En cambio, quienes cuidan a personas, que son en su inmensa mayoría mujeres y se están enfrentando a la pandemia, poniendo en riesgo su salud día a día, padecen la precariedad. Esta situación de extrema gravedad interpela a su máximo responsable, la Diputación de Gipuzkoa.