Dulce acuerdo en Natra de Oñati

El presente, en muchas ocasiones, no se puede entender sin conocer el pasado. Prueba de ello es el acuerdo alcanzado en Natra. Un buen acuerdo, reconoce Ioritz Mendiguren, miembro de la federación de Industria y Construcción. “Hemos conseguido avances importantes en todos los puntos que planteamos al inicio del conflicto. Eran ocho los temas que pusimos sobre la mesa y en todos hemos conseguido el objetivo deseado. Por lo tanto, la valoración es muy buena”.

Natra (antigua Zahor) está ubicada en Oñati y elabora chocolate y productos relacionados. ELA tiene mayoría absoluta, 8 de los 13 delegados son de ELA. Es una de las empresas más importantes tanto del municipio como de la comarca, y tal y como apunta Ioritz, “en Oñati todos tienen algún familiar, amigo/a o persona cercana que trabaja o ha trabajado ahí. El apoyo que hemos recibido en el pueblo durante el proceso de huelga y movilización ha sido enorme. Imagínate, un sábado organizamos una manifestación en Oñati y llamamos a la ciudadanía a acudir. En total nos reunimos unas 2.000 personas. Teniendo en cuenta la población de Oñati, reunir a 2.000 personas es increíble. Estamos muy agradecidos por el apoyo recibido”.

El conflicto ha sido largo. La plantilla estuvo algo más de un año intentando renovar el convenio. En vano, sin embargo. Ante la falta de voluntad de acuerdo de la empresa y la persistencia de las propuestas retrógradas del primer día, los trabajadores y las trabajadoras decidieron poner en marcha una dinámica de huelga y movilización.

Apoyo abrumador de los trabajadores y las trabajadoras

Pero, ¿por qué la directiva de Natra estuvo algo más de un año con esa actitud agresiva? He aquí la respuesta de Ioritz. “La intención de la empresa es mantener la producción operativa durante todo el año, sin parar. Para ello es imprescindible la entrada en vigor de diferentes medidas relacionadas con la flexibilidad, así que apostó por ello. La propuesta de la empresa suponía un claro retroceso en las condiciones laborales”.

Ante esta situación los trabajadores y las trabajadoras decidieron poner en marcha una dinámica de huelga y movilización que mezclaba paros y jornadas de huelga. “La empresa, en un principio, no sólo no mostró intención de negociar, sino que denegó algunos permisos a los trabajadores y las trabajadoras, redujo los descansos, no renovó el contrato a otros/as trabajadores/as... Este tipo de medidas se adoptaron al inicio de las movilizaciones como medida de castigo e intimidación a los trabajadores y las trabajadoras. Sin embargo, la plantilla ha mostrado en todo momento una actitud firme y el esfuerzo de la empresa quedó en nada. Así lo atestigua el seguimiento y apoyo a los paros. En la asamblea para poner en marcha la dinámica de huelga votaron a favor 223 trabajadores/as, tres en contra y uno en blanco. Los paros y las huelgas conseguían interrumpir totalmente la producción”.

Ante la actitud de los trabajadores y las trabajadoras, la empresa finalmente cedió y no tuvo más remedio que aceptar las peticiones que los trabajadores y las trabajadoras habían puesto sobre la mesa. Una vez más, queda claro que las huelgas y movilizaciones realizadas colectivamente por los trabajadores y las trabajadoras son la única vía para lograr sus objetivos.

Aprendiendo del pasado

Hemos dicho al principio que en este conflicto el presente no se puede entender sin conocer el pasado. Ioritz Mendiguren subraya que ELA ha aprendido bien la lección del año 2019. “En 2019 también fue necesaria una dinámica de movilizaciones y huelgas para alcanzar un acuerdo, aunque en dicho acuerdo no se alcanzaron todos los objetivos prefijados. Un conflicto que dejó un sabor agridulce. Sí, se consiguieron varios avances y mejoras, pero no fue el acuerdo que queríamos tener, cuando pusimos en marcha la dinámica de Huelga LAB cayó. Aunque formalmente estaba en esa dinámica gastamos mucha fuerza y energía tirando de LAB. En consecuencia, el recorrido y el resultado que planteamos al inicio del conflicto no fue el esperado”.

Cinco años después Ioritz insiste en que se han cumplido todos los objetivos. “La unidad del Comité ha sido fundamental. Desde el principio hemos conseguido mantener a LAB en el conflicto y esa unidad ha dado resultados. La gente está contenta con lo que hemos conseguido. El mejor ejemplo es la asamblea del acuerdo para el fin de la huelga. En la votación para ratificar el acuerdo votaron a favor 212 trabajadores/as y sólo una persona trabajadora votó en blanco. No hubo ningún voto en contra”.

CLAVES DEL ACUERDO 2023-25

• Ultractividad indefinida.
• Cláusula de inaplicación.
• Subida salarial: IPC (2023), IPC+0,9 (2024), IPC +1 (2025). Si este año el IPC fuera superior al 3%, la subida sería IPC+0,5.
• Contrato de relevo a petición del trabajador/a.
• Nuevas condiciones para la realización de fijos discontinuos indefinidos parciales: si trabajan 18 en 24 meses.
• Ascensos de categoría: Oficial de 1ª: al menos el 20% del personal estará en esta categoría (antes 18%). Oficial 1A: 2023: 85 personas. Aumento de 5 personas para el 2024: 90 personas. Aumento de 5 personas mas para el 2025: 95 personas.
• Mejora de las condiciones de trabajo del 4º turno:
• Plus sábado mañana: 100 €.
• Nuevo plus 4º turno: 75 € /mes.
• Posibilidad de que los trabajadores/as mayores de 61 años no trabajen a 4º turno.
• Posibilidad de disfrutar de los días creados por discontinuos temporales y fijos.
• Priorizar voluntarios/as.