ELA exige la dignificación de las condiciones de la plantilla de la empresa

El Grupo CAF ha crecido de manera muy importante en los últimos años. La proyección internacional de la empresa y el incremento de la cartera de pédidos ha creado muchos puestos de trabajo en Euskal-Herria. La creación de empleo es una buena noticia pero ese incremento se ha generado creando grandes desigualdades entre las personas que trabajan para el grupo CAF.

Por un lado, se encuentran las plantas de Beasain e Irun históricamente sindicalizadas y que cuentan con convenios colectivos propios. En cambio, el aumento principal del empleo en el grupo se está produciendo en filiales que pertenecen al 100% a CAF pero que cuentan con condiciones laborales sustancialmente peores.

Estas filiales generan importante beneficios al grupo, pero las personas trabajadoras sufren todos los impedimentos posibles para que puedan negociar unas condiciones de trabajo acordes al beneficio que generan.

Muchas de estas filiales no cuentan ni con la base que aporta el convenio del metal de Gipuzkoa, aplicándose en algunos casos convenios colectivos estatales. Esta realidad y la actitud de la dirección de CAF que está intentando impedir que los y las trabajadoras se organicen está creando un fuerte malestar.

Como último ejemplo de esta situación es lo que está ocurriendo en CAF Power. Los y las trabajadoras están secundando las movilizaciones y huelgas convocadas mientras la dirección intenta continuar imponiendo las condiciones laborales de manera unilateral.

ELA exige la dignificación de las condiciones de todas y todos los trabajadores del grupo CAF. La empresa, también en sus filiales, debe de incorporar una cultura de respeto y de negociación con las personas elegidas en cada centro.

Ante esta situación, ELA continuará movilizándose por mejorar las condiciones laborales.