La Consejera Tapia está jugando un papel activo a la hora de impulsar el cierre definitivo de La Naval

09/11/2018
ELA quiere señalar que en los últimos años desde las instituciones se han impulsado procesos de liquidación, que supuestamente facilitarían la llegada de nuevos inversores, y que lo único que han generado han sido cierres y despidos. ELA defiende firmemente que La Naval es estratégica para Euskal Herria y que, conociendo la actividad y los proyectos a ejecutar, es indispensable garantizar una financiación adecuada, tal como ocurre en los Astilleros de este tipo en todo el mundo.

El Departamento de Desarrollo Económico e infraestructuras del Gobierno de Gasteiz ha trasladado al Comité de La Naval un informe de la asesoría jurídica del propio Departamento. El citado informe busca avalar la posición del citado Departamento y pretende justificar su inacción.

En resumen, el citado informe señala lo siguiente:

- "No pueden concederse ayudas de apoyo regional en base al carácter de zona desfavorecida en la que desempeña su actividad, dado que se trata de una empresa en crisis"

- "No son factibles ayudas que pudieran concederse al amparo de las Directrices de ayudas de salvamento y reestructuración de empresas, ante la disolución de la sociedad".

- "No parece que las ayudas que pudieran concederse a la sociedad puedan encajar en el principio del inversor privado, ante el (indiciario) poco interés que han demostrado los agentes privados en el apoyo al proyecto".

- "Es altamente improbable que se pueda considerar factible un nuevo apoyo público".

Mediante estas conclusiones el citado departamento cierra todas las puertas a una involucración pública que garantice el futuro de la Naval. A día de hoy se apuesta por la aprobación del ERE, que supondría el despido de todos los y las trabajadoras, pero sin que exista proyecto efectivo alguno. La Consejera repite la necesidad de contar con un "inversor serio", pero pasa por alto que La Naval ha contado con una dirección encabezada por Ingeteam y Astilleros Murueta, que no han recibido censura alguna por parte del Departamento.

ELA quiere señalar que en los últimos años desde las instituciones se han impulsado procesos de liquidación, que supuestamente facilitarían la llegada de nuevos inversores, y que lo único que han generado han sido cierres y despidos. ELA defiende firmemente que La Naval es estratégica para Euskal Herria y que, conociendo la actividad y los proyectos a ejecutar, es indispensable garantizar una financiación adecuada, tal como ocurre en los Astilleros de este tipo en todo el mundo.

En una nota difundida el pasado mes de septiembre, ELA planteaba que ante situaciones de este tipo "la Consejera ha respondido con una frenética actividad mediática para desviar la atención, sin aportar solución alguna". Desgraciadamente, continuamos con el guión establecido. Añadiendo el grave hecho del abandono por parte de la Consejera de una reunión con el Comité ante las críticas recibidas, reacción de desprecio que solo se produce ante representantes de los y las trabajadoras, nunca ante responsables patronales o empresariales.