"Estamos en deuda con las trabajadoras del hogar" #STOParrazakeria

21/03/2019
ELA ha organizado en Bilbao una jornada de formación con motivo del Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia. Con el lema ‘Mujeres, migradas, cuidadoras… caminos de opresión. Antolatuz, aldaketa loratu!’ se han podido escuchar el testimonio de varias mujeres que dejaron su lugar de nacimiento para venir a Euskal Herria.

En primer lugar Jone Bengoetxea, del departamento de igualdad, ha tomado la palabra. Bengoetxea, tras presentar las mujeres participantes en la jornada –Katia Henríquez (actualmente miembro de ELA), Paula Morales (trabajadora del hogar interna) y Cony Carranza (activista feminista)–, ha subrayado la deuda histórica del sindicato con las trabajadoras del hogar. “El día de hoy queremos darles la palabra a las trabajadoras del hogar. El sindicato tiene una deuda histórica sobre estas trabajadoras. Esperemos que lo de hoy sirva para seguir avanzando en este trabajo en común”.

Katia Henríquez actualmente es miembro de la federación Zerbitzuk en Eskumaldea. Henríquez tiene una afición desde hace tiempo: la fotografía. Es la autora de la exposicíón fotográfica ‘13+1 Caminos de migraciones y cuidados’ que estos últimos meses se ha podido ver en diferentes pueblos de Euskal Herria. “La exposición tiene como objetivo visibilizar, sensibilizar y difundir el papel de estas mujeres en la sociedad vasca contemporanea. He querido hablar de sueños, de dolores, coraje, valentía y ternura; expresar su lucha entre la nostalgia y la esperanza. Pero también he intentado contar historias de amor”.

“Es verdad que en un principio quería mostrar sobre todo cosas positivas, pero tras hablar con cada una de estas mujeres me di cuenta que también era necesario mostrar la dureza que hay detrás de muchas historias. Con la exposición he pretendido también darles herramientas de organización y lucha a todas la mujeres que se encuentran en esta situación”.

A continuación ha hablado Conny Carranza. Ha querido mandar un mensaje positivo, alabando la lucha de estas mujeres en el proceso de emancipación. “Nos estamos organizando, porque no queremos ser sujetos pasivos, sino sujetos activos que tienen voz. Un acto de migración en si es una acto de violencia, porque supone romper con el entorno en el que nacimos. Eso trae dolor y sufrimiento, y más si cabe cuando tienes que ir a otra sociedad que en muchos casos te considera una amenaza”.

Carranza lleva muchos años trabajando con mujeres migrantes. “Por supuesto, hay mucho tipo de casuísticas, no hay un único perfil de mujer migrante. Dicho esto, aquí son muchas las trabajadoras del hogar,mujeres que son doble víctimas del sistema capitalista. No podemos olvidar que venimos de diferentes países destruidos por el capitalismo. La lucha de estas mujeres tiene que estar en la calle, si, pero también en nuestras agendas y en nuestro día a día”.

Para acabar esta jornada de formación ha tomado la palabra Paula Morales. Paula nació en Guatemala, y vino hace cuatro años, dejando a su hijo de cinco años. Actualmente trabaja en una casa de Getxo, como interna. “En mi país la situación era insostenible. El primer año fue muy duro, tuve muchos problemas para encontrar empleo. Ponía carteles en la calle para ofrecerme a trabajar, y recibía todo tipo de llamadas y respuestas; en muchos casos lo que recibía eran proposiciones sexuales”.

“En muchos casos somos un objeto. Hay muchas trabajadoras del hogar que no tienen ni una habitación para dormir; hay casos en los que duermen en el txoko donde se guardan las plancha y las diferentes herramientas de casa. En mi caso, ahora tengo cierta estabilidad, pero el primer año que estuve trabajando en Euskal Herria estuve en ocho casas. Poco a poco nos vamos organizando, pero es muy difícil; trabajamos las 24 horas del día y libramos muy poco tiempo”. Por eso, antes estas dificultades, todas las participantes han subrayado la importancia de la ayuda de un sindicato como ELA para ser compañeras de viaje en este proceso de emancipación.