Ley de extranjería; menos derechos, más represión (Opinión)

01/12/2009
ELA rechaza la reforma de la Ley de extranjería.

ELA recuerda, que la recientemente aprobada reforma de la ley de extranjería, la cuarta en menos de ocho años, pretende principalmente dos cosas; la primera, aumentar las dificultades de las personas inmigrantes al acceso a derechos sociolaborales, y la segunda; acentuar la política represiva hacia este colectivo.  

Como ELA ha denunciado en otras ocasiones, con la reforma de la Ley de Extranjería, queda claro que el gobierno español ve a las personas inmigrantes como “mano de bra pura y dura”, a la que se debe controlar y ajustar de acuerdo únicamente a las necesidades del mercado de trabajo.

Son la falta de derechos y el incremento de las medidas represivas las que empujan a la población inmigrante a la economía sumergida, convirtiéndoles en personas invisibles y vulnerables expuestas a la explotación laboral.

Las medidas recogidas que figuran a continuación, recogen claramente la filosofía del Gobierno español de continuar discriminando laboral y socialmente a la gente inmigrante:

  • Jerarquiza las desigualdades entre las personas inmigrantes: sin papeles, con tarjeta temporal, con tarjeta de larga duración, con tarjeta azul y régimen especial de investigadoras.
  • Dificulta el acceso al padrón, que a su vez impide acceder a la sanidad, educación, etc...
  • Añade dificultades al acceso del primer visado de residencia y trabajo.

    Aumenta las exigencias para acceder a ayudas en materia de vivienda.

    Abandona a las mujeres víctimas de violencia de género.

    Limita la reagrupación familiar al cónyuge, hijos-as menores de 18 años, mayores con discapacidad y progenitores mayores de 65 años.

    Esta reforma, recoge también un paquete de medidas penales, para entre otras:

    • Facilitar la repatriación de menores no acompañados.

    • Ampliar el plazo de detención en los CIES de 40 a 60 días.

    • Criminalizar la solidaridad.

    • Endurecer el régimen de sanciones e infracciones, con multas excesivas. 

    Con todo esto, queda en evidencia el poco interés del gobierno en facilitar la integración de la gente inmigrante, han decidido profundizar en la política de inmigración bajo los intereses económicos y de mercado por encima de los derechos de las personas.

    Este sindicato considera, que esta Ley está diseñada para discriminar, precarizar y excluir, aun más, al colectivo que mas castiga la crisis económica.

    Por todo esto, ELA rechaza esta Ley y exige además de la derogación de la misma, el reconocimiento de todos los derechos para todas las personas, con independencia de su lugar de origen y un cambio radical en la política de inmigración de las instituciones.