Rechazamos toda política de discriminación (Opinión))
Emérita Cuéllar.
Este 21 de marzo es el Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia. ELA enfoca su reivindicación hacia la erradicación de teorías segregacionistas y de discriminación racial y social. El cambio de actitud de las personas es tarea de todos los sectores que componen la sociedad.
El racismo y la xenofobia continua galopante porque los intereses de quienes tienen dinero y el poder económico imponen tanto, que seguimos hablando de razas para clasificar al ser humano, ó mejor para marcar diferencias entre gente de países ricos y gente de países empobrecidos, incluso al interior de las propias naciones con relación a las minorías étnicas. A pesar de esto, casi nadie confiesa ser racista.
Se piensa que en Europa el racismo solo esta presente abiertamente en personas extremistas y radicales de derechas, sin embargo es más común de lo que parece. Por ejemplo, se manifiesta de manera encubierta a través de un discurso de creación de falsos enemigos, o en el miedo a la diferencia o a la pobreza. Esta es la forma políticamente correcta para negar a personas de otras culturas.
Se discrimina y politiza el proceso migratorio aquí y allá, mediante figuras como el cupo o contingente, es decir la contratación de personas en origen, o como el maquiavélico “Plan África”, que tiene como objetivo principal controlar los flujos migratorios, poniendo una cortina de humo al real propósito que es traer gente de forma seleccionada, joven, fuerte y sana para ser tratada como en el esclavismo moderno.
Quienes gobiernan el mundo han sobrepuesto el dinero y las mercancías al ser humano, hoy se fomentan las políticas neoliberales, priman los negocios e intereses monetarios, las ofertas laborales son en trabajos precarios, no se quiere personas, se quiere trabajadores y trabajadoras robotizados, sin familia, que no demanden costos, que produzcan mucho, que no se enfermen, que no piensen, que no sientan, que no reclamen, es decir esclavitud y discriminación sin ningún pudor y sin la mínima consideración.
Por todo esto animamos a pronunciarnos a quienes no estemos de acuerdo con sociedades con este tipo de modernismos, en el que las personas estén en segundo, tercer o quien sabe que plano. Todas y todos, hombres y mujeres somos iguales y merecemos las mismas oportunidades, sin distinción alguna. Este 21 de marzo hay que aunar esfuerzos y expresarles una vez más a quienes nos gobiernan que no estamos de acuerdo con las políticas actuales que propician día a día el incremento de racismo y xenofobia.