El Parlamento europeo otorga mayor poder a las multinacionales

13/12/2018
La Eurocámara aprobó ayer el tratado comercial más importante de la UE sin pasar por los parlamentos de los países miembros. Este acuerdo con Japón, la cuarta economía más grande del mundo y el segundo socio comercial de la UE en Asia, aumenta dramáticamente el poder de las multinacionales para influir en los gobiernos y generar leyes que prioricen las ganancias de las empresas sobre las personas y el planeta.

El JEFTA salió adelante ayer miércoles con 474 votos a favor, 152 en contra y 40 abstenciones. Si el Consejo de la UE da su aprobación definitiva al acuerdo comercial el próximo 21 de diciembre, entraría en vigor en febrero.

Este acuerdo de contenido neoliberal que eliminará las barreras comerciales con Japón se ha negociado durante casi cinco años con la mayor opacidad y secretismo, sin consultar a los grupos de interés y sin haber realizado informes de evaluación para poder valorar los riesgos y beneficios del tratado.

Además de la opacidad y ausencia de participación ciudadana otros aspectos preocupantes del JEFTA son los siguientes:

Aumento del poder de las multinacionales

El JEFTA incluye un capítulo sobre cooperación reguladora, que abre las puertas a que las empresas transnacionales puedan influir en las leyes incluso antes de que sean debatidas en los parlamentos, lo que les otorga poderes sin precedentes en detrimento de la democracia y los derechos de las mayorías sociales.

Privatización de servicios públicos

Los servicios públicos sufrirán una mayor liberalización y privatización. El tratado adopta el enfoque de “listas negativas” para la liberalización de servicios: cualquier servicio que no esté excluido explícitamente del acuerdo se considera abierto a la liberalización. Muchos de los servicios que nos parecen fundamentales como el agua o el transporte público no aparecen en la lista.

Las condiciones laborales

Japón no ha ratificado los Convenios 105, relativo a la abolición del trabajo forzoso, y tampoco el 111, que prohíbe la discriminación en el empleo. Si las empresas japonesas establecen a sus plantillas en la UE, se regirían por la normativa japonesa y no por la europea. Esto podría provocar una especie de dumping laboral a la baja, empujando a trabajadores y trabajadoras europeos a acabar aceptando peores condiciones de trabajo.

Impacto medioambiental

El JEFTA profundizará la crisis ambiental global al reducir la protección frente a la contaminación con químicos tóxicos, incentivando la agricultura industrial insostenible y permitiendo a Japón continuar con la caza de ballenas. Además el incremento del comercio de productos a grandes distancias incrementará la emisión de gases de efecto invernadero.

La protección de los datos y de la inversión

El JEFTA contiene compromisos de libre circulación de datos transfronterizos lo que podría socavar el derecho a la protección de los datos personales. Por otro lado, el capítulo sobre servicios financieros del tratado reduce la capacidad para luchar contra la especulación financiera, impide reformas del sistema bancario, y por tanto supondría un obstáculo para las medidas que busquen regular el sistema financiero.

Nos encontramos de nuevo ante un acuerdo que pone en peligro los servicios públicos, la salud pública, los derechos sociales y laborales, el medio ambiente, que limita la capacidad democrática de regular de los gobiernos y de los parlamentos, y que impulsa el libre comercio por encima de un desarrollo humano y sostenible compatible con los límites del planeta. Desde ELA reivindicamos que la política comercial que lleva a cabo la UE debe rectificarse y debe poner a las personas y al planeta por encima de las multinacionales.