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El sindicalismo argentino en defensa de la democracia

08/04/2024
Xabi Anza - Responsable de formación
ELA acudió invitada al Congreso de la CTA-Autónoma, sindicato hermano argentino, que se celebró en Buenos Aires el pasado 23 de marzo. La víspera tuvo lugar un interesante seminario internacional entre las 39 delegaciones sindicales invitadas (principalmente americanas) y el día 24 pudimos marchar en la manifestación por la Democracia y la memoria que se celebra anualmente, atendiendo a la llamada de las Madres y Abuelas de la Plaza de mayo junto a cientos de organizaciones y movimientos sociales; una manifestación de cientos de miles de personas que se convirtió en una gran movilización contra la política ultraliberal de Javier Milei.

En las últimas décadas, Argentina ha sido testigo de intensas batallas por la democracia, la justicia social y los derechos laborales. Las organizaciones sindicales han sido pilares importantes en la lucha por la democracia y los derechos sociales No está de más recordar que de los 30.000 desaparecidos durante la dictadura, se considera que más de 20.000 eran sindicalistas. El golpe militar de Videla es recordado especialmente en estos días, ya que el propósito de imponer una radical agenda neoliberal es compartido entre los golpistas y el actual presidente argentino. La reciente llegada de Javier Milei al gobierno ha generado una nueva ola de preocupación y desafío para el movimiento sindical argentino.

Argentina enfrenta, ya antes de Milei, una compleja situación socioeconómica, marcada por la inflación, el desempleo y la creciente pobreza. Particularmente dolorosos resultan los datos sobre el hambre infantil, siendo Argentina un exportador principal de productos agrícolas y ganaderos. Javier Milei, con su retórica libertaria y su promesa de reformas radicales, ha captado el voto de una población descontenta con la situación económica, harta de la corrupción y ansiosa por el cambio. Sin embargo, sus propuestas y su voluntad de destruir referentes colectivos (y dentro de ellos el más fuerte, que son las organizaciones sindicales) han encendido las alarmas entre quienes valoran la democracia y los derechos sociales y laborales

Milei no solo viene aprobando leyes de marcado contenido antisocial, sino que ha manifestado abiertamente contra la propia existencia de los sindicatos, al considerarlos obstáculos para la libertad económica y la eficiencia del mercado, todo ello en el marco de su batalla cultural. Sus políticas, que incluyen la flexibilización laboral y la reducción del papel del estado en la economía, amenazan con debilitar significativamente la capacidad de los sindicatos para negociar, representar y proteger a los trabajadores. Este enfoque no solo pone en riesgo los derechos laborales, sino que también socava los principios democráticos.

La respuesta que los sindicatos puedan articular a los desafíos planteados por Milei es crucial. Históricamente, el movimiento sindical argentino ha sido un actor clave en la promoción de la justicia social, y ha jugado un papel importante en la restauración y fortalecimiento de la democracia en el país. Frente a las políticas de Milei, los sindicatos deben reafirmar su compromiso con la democracia, utilizando todas las herramientas disponibles, comenzando por la movilización social. Pero además, la resistencia a las políticas que amenazan la democracia y los derechos laborales requiere una estrategia poliédrica que debe suponer fortalecer sus lazos con la sociedad civil, con otros movimientos sociales y organizaciones internacionales para construir una amplia coalición en defensa de los derechos laborales y la democracia.

El desafío que representa Javier Milei para el movimiento sindical y la democracia argentina es significativo, pero no insuperable. La historia del país muestra que en los momentos de mayor adversidad, la solidaridad y la lucha colectiva genera cambios positivos y duraderos. Los sindicatos pueden liderar el camino hacia un futuro más justo para todos los argentinos y argentinas.