ELA exige la disolución de la OTAN como vía para un mundo más seguro y pacífico
La cumbre de Madrid concita el apoyo entusiasta del Gobierno de España, embarcado en una escalada belicista contraria a la voluntad del pueblo vasco, que en el reférendum de 1986 votó mayoritariamente en contra del ingreso en la OTAN.
Una vez más, la OTAN va a reforzar en Madrid su estrategia militarista, exigiendo el aumento del gasto militar a sus integrantes y marcando objetivos de guerra para su expansión (en este caso hacia el Este). En este sentido, queda claro que la OTAN sigue proponiendo la guerra como apuesta para la gestión y solución de conflictos. Por ello, apoyar o tolerar esta cumbre internacional supone aceptar esos principios y condenar al mundo a una escalada militar interminable.
ELA, por contra, insiste en que hay que parar la guerra en Ucrania, y también los conflictos olvidados que se están librando en otros lugares del mundo como Yemen, Siria, Etiopía, Sahara Occidental o Palestina. La humanidad debería centrar todos sus esfuerzos en hacer frente a grandes desafíos de la civilización como el cambio climático y sus devastadoras consecuencias, en lugar de centrarlos en algo tan destructivo como la guerra.
ELA defiende el ‘No a las guerras’ y siempre propondrá negociar alternativas pacíficas que garanticen los derechos humanos y la paz entre los pueblos.