ELA se solidariza con la plantilla de la filial turca de Yves Rocher

14/02/2019
La filial turca de la empresa francesa de cosméticos Yves Rocher, comercializadora de la marca Flormar, ha despedido a 132 trabajadoras. ¿Su crimen? Unirse a un sindicato para defenderse contra salarios y condiciones de trabajo degradantes.

Aunque la filial turca de Yves Rocher, ha batido su record de producción, las trabajadoras nunca han visto ningún signo de mejora en sus condiciones de trabajo. La mayoría de las trabajadoras están sujetas al salario mínimo, unas 1600 liras turcas mensuales (menos de 300 euros). También mencionan estar sujetas a formas graves de violencia y acoso en el lugar de trabajo, incluidos abusos verbales, insultos y menosprecio, así como a falta de medidas adecuadas de salud y seguridad. Sin embargo, cuando decidieron ejercer su derecho legal de afiliarse a un sindicato para mejorar estas condiciones fueron despedidas.

La libertad de afiliarse a un sindicato es un derecho consagrado por la Constitución turca y los convenios de la Organización Internacional del Trabajo. Pero a Yves Rocher no le importa violar este derecho y restringir la sindicalización con diferentes tácticas, incluidos los despidos ilegales.

¡Pero las trabajadoras no aceptan esto!

Desde que a comienzos de 2018 fueran despedidas por unirse al sindicato Petrol-İş, las trabajadoras acuden a la fábrica cada mañana, y permanecen en el piquete frente a Flormar en la zona industrial de la ciudad de Gebze, hasta el final del segundo turno.

Saben que la ley está de su lado y que están respaldadas por numerosos trabajadores y trabajadoras de su propia fábrica y de fábricas vecinas, así como por cerca de 100 organizaciones. Las mujeres y organizaciones LGBTI+ en Turquía han hecho un llamamiento para boicotear a Flormar y Yves Rocher. La solidaridad de las mujeres turcas con las trabajadoras de Flormar va en aumento con la creación del grupo "Las mujeres unidas somos más fuertes", que incluye a representantes de diversos organismos de mujeres y sindicatos. También se han llevado a cabo acciones de solidaridad frente a tiendas de Yves Rocher en París y Ginebra.

Desde ELA queremos expresar nuestra solidaridad con las trabajadoras de Flormar que con su fuerza y determinación día tras día mantienen su protesta frente a la fábrica defendiendo su readmisión y unas condiciones de trabajo dignas.

Además exijimos a Yves Rocher la reincorporación inmediata de las trabajadoras despedidas ilegalmente y que respete los derechos de sus empleadas.