Las amenazas del acuerdo de libre comercio UE-MERCOSUR

31/01/2018
Eider Azcunaga - ELA Internacional
Un acuerdo que pretende atacar los derechos sociales, laborales, y medioambientales, y que ahondaría los desequilibrios, a fin de que las grandes empresas sigan acumulando beneficios.

El pasado mes de diciembre se rompió el cerco de secretismo que envuelve la negociación del tratado de libre comercio (TLC) que llevan a cabo la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, sin participación de Venezuela, al haber sido suspendida del Mercosur pese a que el acuerdo podría tener enorme impacto en su economía y sociedad). Greenpeace Países Bajos filtró documentos, que suman 171 páginas, con parte de las conversaciones secretas mantenidas para alcanzar un acuerdo de liberalización comercial y financiera.

A pesar de las grandes repercusiones para el medio ambiente, la salud pública, los derechos sociales y las normas laborales que tienen este tipo de acuerdos comerciales, las negociaciones se están llevando a cabo, al igual que pasó con el TTIP, a puerta cerrada, con una participación pública simbólica. Así, la ciudadanía del Mercosur y de la UE, las grandes afectadas por el acuerdo, han conocido lo que están negociando sus gobiernos por medio de filtraciones.

A través del acuerdo ambas partes buscan maximizar el acceso al mercado y aumentar sus exportaciones. Por un lado, la UE se focaliza en exportar servicios financieros y posibilitar el acceso al mercado a las empresas de energía, maquinaria, automóviles, componentes de motor y demás productos industriales, además de alimentos con alto valor agregado (chocolates, vinos, productos con denominación de origen, etc.). Asimismo, quiere facilitar que las empresas europeas puedan ser incluidas en las licitaciones y compras públicas a nivel local. A cambio, la UE ofrece mayor acceso a su mercado a ciertos productos, como por ejemplo la carne, los cereales, el azúcar y el etanol para biocombustibles.

Algunas de las consecuencias del tratado

El acuerdo de libre comercio, y el consiguiente aumento de los intercambios entre ambas regiones, tendría un gran impacto económico, social y ambiental a ambos lados del Atlántico.

La relación comercial UE-Mercosur es del tipo norte-sur, es decir: los sectores más dinámicos para la UE en el comercio con los países del Mercosur serían los de mayor contenido tecnológico e intensivos en capital (productos manufacturados con alto valor agregado), mientras que para los países del Mercosur, los sectores más dinámicos serían los intensivos en trabajo y materias primas (productos con bajo grado de elaboración). Por ello, es de esperar que este acuerdo ahonde las asimetrías y el desequilibrio en las relaciones comerciales y económicas del Mercosur con la UE.

El acuerdo tendría un grave impacto sobre el empleo en ambas regiones. En Europa el sector agrícola y ganadero se vería perjudicado, ya que las pequeñas explotaciones peligrarían ante la competencia monopolística de las grandes empresas del agro-business. En el Mercosur sería el empleo en el sector industrial el principal perjudicado.

A nivel medioambiental, Greenpeace alerta sobre el impacto del desarrollo ganadero intensivo y el aumento de cultivos como el de la soja en la deforestación de ecosistemas sensibles de América del Sur como la Amazonía, el Cerrado en Brasil y el Chaco. A esto se le unen los peligros para las comunidades campesinas y de pueblos originarios que sufren presiones sobre sus tierras. Las importaciones masivas de carne tendrían también un impacto en los ecosistemas de la UE, donde numerosos hábitats rurales conviven en equilibrio con un tipo de ganadería tradicional y sostenible que podría desaparecer.

En materia sanitaria, entidades no gubernamentales y especialistas en salud pública temen que el acuerdo lesione el acceso a los medicamentos en los países del Mercosur, ya que la UE reclama el aumento de las patentes de exclusividad para las farmacéuticas multinacionales, lo que limitaría la provisión de genéricos y encarecería el valor de los medicamentos en la región de manera exponencial.

Sin información, ni transparencia, ni debate democrático: rechazo al TLC UE-Mercosur

A pesar de las consecuencias que provocaría el acuerdo en la ciudadanía de la UE y de los países del Mercosur los gobiernos han impedido el conocimiento público de su impacto económico y social, y actúan con absoluta permeabilidad al lobby de los grandes grupos económicos trasnacionales.

Una vez más el objetivo es la desregulación del mercado y la eliminación de normas de protección social, protección ambiental y protección laboral. Hay que poner fin a los acuerdos de libre comercio, con los que solo ganan las empresas y perdemos las personas.