China es el referente en la producción y en la política de fomento del vehículo eléctrico

Según el informe New Energy Finance, el 99% de los autobuses eléctricos del planeta circulan en China, el 1,6% en Europa y 0,6% en EEUU. No es cuestión de población, detrás de esto hay una apuesta clara, el que hizo el Partido Comunista de China en su Congreso. Y claro, esto conlleva una inversión económica. Un autobús eléctrico vale cuatro veces más que un autobús normal, pero en la velocidad que avanza la tecnología, son cada vez mejores y más baratos. Además, al año emiten 356.000 toneladas menos de CO2 y 26 kilos menos de partículas perjudiciales para la salud. La contaminación acústica también se reduce. En el ámbito del taxi también se están dando cambios significativos, hay cada vez más taxis eléctricos.
La situación no es la misma en todas las ciudades. En Shangai, con 24 millones de habitantes, hay más de 9.000 autobuses eléctricos, el 55% de los autobuses que circulan en la ciudad son eléctricos. También hay 350 taxis y 7.300 vehículos de logística (recogida de residuos, limpieza, servicio postal,...) eléctricos. Entre los coches de alquiler hay otros 8.000 que son eléctricos.
En la ciudad de Shenzen (13 millones de habitantes) han avanzado más. Hay 16.000 autobuses y 19.000 taxis eléctricos. La infraestructura que necesitan también esta muy desarrollada, tienen 5.000 puestos de carga. Empezaron con esta apuesta en 2010 y ya son un referente mundial.
El sector productivo del vehículo eléctrico en China es muy fuerte. En 2018 se vendieron 1,26 millones de vehículos eléctricos en China, un 67% más que en 2017. Para el 2025 tienen como objetivo que de todos los vehículos vendidos el 20% sea eléctrico. Para que el transporte sea totalmente eléctrico hay que dar tres pasos: primo los autobuses y taxis, luego los vehículos de logística, y por último los vehículos privados. La inversión del gobierno hará que la tecnología avance y lograr una economía de escala, de esa manera los precios de los vehículos eléctricos serán más competitivos y más asequibles.
Que el Gobierno invierta en tecnología y en renovar el parque público de vehículos puede conllevar inversiones y cambios en el sector privado. Aquí en cambio, aún diciendo que el objetivo es el mismo, solo se pone en marcha un Plan Renove para que el sector del automóvil contaminante tenga beneficios.
Cuando China hace una apuesta por una tecnología en concreto, como lo hizo en su día con la energía solar, tiene consecuencias en todo el mundo. Con la tecnología ya desarrollada y con la producción a gran escala que tiene, los coches eléctricos serán más asequibles en todo el mundo. Quedará en manos de las administraciones locales la presencia que tendrán en los parques públicos de vehículos (autobuses, taxis, limpieza, correo,..), desarrollar la infraestructura necesaria para que sea un a alternativa viable (puestos de carga,...), y dar subvenciones a las personas usuarias.