El cambio climático afecta más a las mujeres a pesar de que contribuyen menos a provocarlo

Todos los aspectos del calentamiento global —las causas, los impactos y las políticas para combatirlo— tienen diferentes efectos en las mujeres y en los hombres. Tan solo podremos limitar el cambio climático con una transición ecológica que sea justa y que incluya la perspectiva de género. Las mujeres debemos estar en el centro de esta transición.
La pobreza energética también afecta más a las mujeres que a los hombres. Como consecuencia de la importante brecha salarial entre hombres y mujeres, estas son el grupo más afectado por la pobreza energética y por los impactos climáticos del calentamiento global, como es el caso de inundaciones, olas de frío o de calor. Eso lleva a que las mujeres sean más vulnerables como grupo ante los retos de adaptación al clima.
No es ningún secreto que el los puestos directivos están ocupados mayoritariamente por hombres. Según los datos del Instituto Europeo para la Igualdad de Género, más del 80% de los puestos de responsabilidad en materia de cambio climático están ocupados por ellos. Lo mismo ocurre en el ámbito científico, del que salen los informes para las discusiones en los foros internacionales, o las compañías, donde el 95% de los integrantes de juntas directivas y el 86% de los senior managers son hombres. El patriarcado es perjudicial para nuestro clima. La masculinidad, la dominación de la naturaleza y la explotación o la promesa de un crecimiento económico ilimitado perpetúa la degradación ambiental y el cambio climático. Para asegurar soluciones para el cambio climático y desarrollar nuevas formas de resiliencia y adaptación, se deben colocar en el centro valores como la justicia, el cuidado y lasolidaridad en el centro.
Las cumbres de la ONU para el cambio climático, no tuvo en cuenta la variable del genero hasta 2012. El preámbulo del Acuerdo de París de 2015 dice “respetar, promover y considerar, entre otros, los derechos humanos, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres al tomar medidas para abordar el cambio climático”. Sin embargo, esta introducción no es vinculante y el género debe desempeñar un papel más importante en estos acuerdos. Necesitamos una transición justa desde una economía basada en los combustibles fósiles a una economía verde basada en las energías renovables. Pero esto no será una transformación tecnológica que haga que todo siga igual, sino que una transformación económica y social que, entre otras cosas, debe empoderar a las mujeres.