El Consejo Europeo pondrá en marcha medidas más drásticas para combatir el cambio climático en 2035

El 14 de julio conocimos las medidas para frenar el cambio climático que la Comisión Europea va a implantar para 2035. Según Ursula von der Leyen, el objetivo es dejar un planeta saludable a las siguientes generaciones, tener buenos empleos y un crecimiento que no perjudique a la naturaleza. Las medidas son exigentes, pero la entrada en vigor de algunas no se hará hasta dentro de14 años. Las necesitamos antes:

• A partir del 2035 no se podrán vender coches o furgonetas con emisiones de CO2 que utilicen gasolina, diésel, gas, o híbridas. Las que estén en circulación podrán continuar, por lo que la desaparición total se prevé para el año 2050. La prohibición se estableció inicialmente para 2040, pero se adelantó a 2035. Se trata de una medida dirigida a los fabricantes europeos de coches para que den pasos en la producción del coche eléctrico, pero también para los productores externos si quieren seguir haciendo negocio en Europa.

• Para el 2035 se deberá disponer de un cargador para coches eléctricos cada 60 kilómetros.

• La fiscalidad del diésel y la gasolina cambian a favor del coche eléctrico. El impuesto energético será de 10,75€ por gigajulio en gasolina y diésel y de 0,15€ en el coche eléctrico. Esta nueva fiscalidad penalizará también el queroseno utilizado en la aviación, y la navegación.

• El objetivo es que las energías renovables alcancen el 40% en 2030. Y en materia de eficiencia energética se han establecido objetivos obligatorios.

• Se agudizan las condiciones del mercado de emisiones y se incrementa el precio de la tonelada de CO2.

• Se obliga a los sectores de transporte y vivienda a crear sus propios mercados de emisiones. En ambos mercados participarán las empresas proveedoras de energía del sector.

• En la frontera se establecerán mecanismos que penalicen las importaciones para castigar a los que incumplan los estándares medioambientales europeos. Las importaciones afectadas serán las del acero, el aluminio, el cemento, los fertilizantes y la electricidad. Los más afectados serán el acero y el aluminio, por ser los mayores consumidores de energía. Y entre los países más afectados estarán Rusia, China, Reino Unido, Ucrania y Turquía. Sin embargo, la UE considera que estos países adaptarán sus modelos de producción y no tendrán que poner en marcha estos mecanismos.

• El objetivo de la UE para cumplir con el Acuerdo de París en 2030 era una reducción de emisiones del 40% (año base 1990), ahora se ha modificado este objetivo que alcanzará una reducción del 55%. Para cumplir este objetivo de reducción será necesario dar un gran salto, sobre todo a través de la transformación del modelo productivo y de consumo.

• Conscientes de la necesidad de grandes inversiones para el cumplimiento de estas medidas, la UE ha adelantado que concederá millones de euros de ayudas para que las empresas se adapten a las nuevas obligaciones y no se vean afectadas por la competencia internacional de los países con menores estándares medioambientales. No se trata de desindustrializar Europa, sino de impulsar una industria más limpia.

• Para el período 2025-2032 se creará un fondo social de 72.000 millones de euros para hacer frente al encarecimiento del suministro energético de la población, tanto por el aumento de los costes del transporte como por el aumento del precio de la energía en los hogares.

En los próximos meses la Comisión Europea deberá negociar estas medidas con el Parlamento Europeo y con los Estados miembros. Una vez aprobada la legislación, cada Estado miembro deberá reforzar la planificación energética y climática de su país para poder cumplir estos objetivos.

Estas medidas serán efectivas si se cumplen, pero vienen demasiado tarde. ELA ha denunciado en muchas ocasiones que todas estas buenas intenciones no se pueden dejar para el futuro, que hoy mismo hay que ponerse en marcha, tiempo es lo que no tenemos.