El modelo energético de Hego Euskal Herria exige una transición energética justa basada en la reducción del consumo y la energía renovable

El sindicato ha analizado los datos de la energía en la CAPV y Navarra, y una conclusión está muy clara: tenemos el mismo modelo energético que teníamos hace 10 años, es decir, no ha habido avances. Nuestro modelo energético está basado en la energía fósil y la energía importada. Esto no sólo contribuye al cambio climático, sino que también tiene una serie de impactos negativos en la economía y en la sociedad, en general, y en la clase trabajadora en particular.

En el caso de la CAPV, el 83,14% de la energía consumida es fósil, frente al 8,8% de la energía renovable. El 6,71% es electricidad que ha sido importada desde el exterior. En el caso de Navarra, las energías renovables se encuentran en mejor situación. El 20,76% de la energía consumida procede de estas fuentes. Sin embargo, el uso de energías fósiles sigue siendo excesivo, el 79,24%. Navarra también depende de las energías fósiles y de la energía importada.

Ante esta situación, en ELA reivindicamos y exigimos una transición energética justa, una transición que responda a las necesidades del planeta y de la ciudadanía, y no al negocio de las grandes empresas. La transición energética justa requiere un cambio del modelo energético actual. De un sistema que depende del oligopolio energético hay que pasar a un modelo público, democrático y descentralizado, basado en las energías observables y en la reducción del consumo energético. Hay que cambiar radicalmente el sistema energético y para ello se necesitan medidas firmes.

Aquí el análisis del modelo energético de Hego Euskal Herria y las propuestas de ELA para una transición energética justa.