ELA apoya la huelga de los sindicatos del sector energético francés en defensa de la energía pública

24/01/2021
Durante las últimas semanas, los trabajadores de la electricidad y el gas en Francia han estado en huelga en defensa de la propiedad pública de la energía. Las acciones de huelga han sido convocadas por las federaciones sindicales del sector energético francés FNME-CGT, CFE-CGC Énergies, FO Energie et Mines y FCE-CFDT.

El objetivo de las huelgas es un conjunto de propuestas que está presentando el gobierno francés para reestructurar la principal empresa nacional de energía del país, EDF. Bajo el título “Proyecto Hércules”, la propuesta dividiría a la compañía nacional de electricidad en tres entidades separadas, identificadas por colores. EDF Blue consistiría en las divisiones de generación de energía nuclear y térmica (gas, carbón, etc.) de la compañía. EDF Gold llevaría la generación de energía hidroeléctrica del país. Y EDF Green reuniría la distribución y la generación renovable.

Según los sindicatos, los cambios propuestos socavarían la capacidad de EDF para seguir operando como una empresa pública integrada, pondrían en peligro la seguridad energética y los puestos de trabajo, e irían en contra del interés general. Según el plan, tanto EDF Azul como EDF Gold seguirían siendo empresas públicas, mientras que EDF Green se abriría a la inversión privada. Un ejemplo clásico de socializar los costos mientras se privatizan los beneficios.

Al igual que las empresas de servicios públicos del sector energético en muchos países, EDF se enfrenta a importantes problemas financieros debido principalmente a las medidas de política neoliberal aparentemente destinadas a fomentar la competencia e incentivar el crecimiento de la generación de energía renovable. Pero, como han demostrado los recientes documentos de trabajo de la TUED, esas medidas provocan el caos en el sector de la energía, introduciendo un “riesgo del inversor” que los gobiernos deben mitigar mediante garantías para asegurar la inversión del sector privado. Los gobiernos se ven obligados a subvencionar todas las formas de energía a fin de garantizar la estabilidad del suministro ante el aumento de la proporción de energía renovable variable en todo el sistema: una transferencia de la riqueza pública a manos privadas.

En el caso de EDF, una complicación adicional importante surge del hecho de que la empresa está legalmente obligada a vender el 25% de su producción de electricidad nuclear a sus competidores a un precio fijo, inferior al del mercado. El Proyecto Hércules podría ver esto elevado al 100% en el marco de la reestructuración propuesta, convirtiendo efectivamente la capacidad de generación de energía nuclear de propiedad pública del país en una vaca lechera para los inversores privados.

Lo propuesto por el Gobierno francés supone privatizar bienes públicos y dar más pasos en la liberalización, pero las personas que trabajan en el sector tienen claro que el sector energético debe ser público y la huelga ha tenido mucho éxito. ELA quiere felicitar a los y las trabajadoras que han secundado la huelga y decirles que les acompañamos en su lucha.

 

Lee aquí el manifiesto de solidaridad firmado por ELA y otros sindicatos internacionales.