TRANSICIÓN ENERGÉTICA

ELA ha firmado la declaración “Nuestro futuro es público. Democracia energética”

05/10/2023
El manifiesto ha sido promovido por TUED (Sindicatos por la democracia energética) y firmado por varios sindicatos y movimientos sociales de todo el mundo.

Está más claro que nunca: las empresas energéticas, impulsadas por el lucro, han influenciado a gobiernos, instituciones internacionales y convenciones ambientales de las Naciones Unidas en la adopción de decisiones políticas que favorecen la codicia y la acumulación de capital. Como tales, estas políticas no están priorizando las necesidades ecológicas y humanas. Hay grietas graves y profundas en la fe ciega en la economía de mercado neoliberal, fundada en décadas de privatización, extracción y explotación. Mientras miles de millones de personas en todo el mundo se enfrentan a la pobreza energética y a precios de la energía históricamente elevados, este es un momento crucial para llevar a cabo una transición hacia un sistema de energía pública basado en la justicia, la solidaridad y la democracia. Es hora de unirnos en todo el mundo para poner el cuidado de las personas y de nuestro planeta antes que el lucro.

La Declaración para la Democracia Energética es el resultado la conferencia internacional “Nuestro Futuro es Público” en la que participaron representantes indígenas, sindicatos, ecofeministas, organizaciones de justicia climática, colectivos solidarios y ONGs. En ella se esbozaron las diferentes dimensiones que pueden allanar el camino para garantizar una energía limpia y asequible para todos y todas.

El objetivo de esta declaración es fortalecer, ampliar y unificar a los múltiples movimientos sociales comprometidos con la justicia energética y ambiental. Es parte de un proceso político abierto y continuo para desarrollar una narrativa, estrategias y acciones comunes.

Grupos que luchan por la democracia energética están liderando la resistencia y las soluciones hacia un futuro mejor a todos los niveles de la sociedad. Los modelos energéticos basados en el lucro han agravado la crisis climática, no han conseguido descarbonizar nuestros sistemas energéticos y no proporcionan acceso universal a una energía limpia y asequible. Necesitamos unirnos a nivel mundial para lograr una transición hacia sistemas energéticos públicos basados en la justicia, la solidaridad y la democracia.

El movimiento global por la democracia energética reconoce que la transición energética es una oportunidad urgente para reclamar nuestros sistemas energéticos al mercado y situar la participación, los derechos humanos y la igualdad en el centro.

La energía debe ser de propiedad pública y de gestión democrática, sin ánimo de lucro. Las soluciones al suministro energético deben acordarse colectivamente, con las comunidades de base en el centro de la toma de decisiones.

 

Manifiesto completo aquí.