Empleos climáticos, alternativa al futuro del empleo y del planeta

12/12/2018
El 22 de noviembre se celebró en Lisboa una reunión entre TUED y otros movimientos contra el cambio climático en la que ELA participó. El tema a tratar fue la articulación de la lucha a favor de los empleos climáticos entre sindicatos y movimientos sociales. Participaron en ella sindicatos de todo el mundo y organizaciones centradas en la lucha contra el cambio climático y que tienen como reivindicación la creación de empleos climáticos.

 

ELA participa en la red internacional de sindicatos TUED (Trade Union for Energy Democracy, en sus siglas en ingles). Es una iniciativa global y multisectorial, que tiene como propósito avanzar en la dirección y el control democrático de la energía para promover soluciones a la crisis climática, la pobreza energética, la degradación de tierras y de los pueblos, y responder ante los ataques a los derechos y las protecciones de los trabajadores y trabajadoras. Está formada por 72 sindicatos y organizaciones de 21 países, y en adelante participaremos en las actividades y campañas de esta iniciativa global.

El 22 de noviembre se celebró en Lisboa una reunión entre TUED y otros movimientos contra el cambio climático en la que ELA participó. Uno de los principales acuerdos fue la alternativa real que suponen estos empleos. Por un lado, son una salida al desempleo que se generará en sectores que desaparecerán por ser grandes generadores de emisiones u otro tipo de impactos que generan cambio climático. Y por otro, frenan el cambio climático. Estos empleos se generarán en sectores muy diversos como las energías renovables, la construcción sostenible, agroecología o el transporte entre otros.

Hemos conocido diferentes experiencias en este campo que son muy diversas según el país. En Gran Bretaña por ejemplo, la “Campaña por un millón de empleos climáticos” surge desde el movimiento climático, pero algunos sindicatos se han integrado y ahora es parte de su reivindicación. Incluso el partido laborista lo ha hecho suyo.

La misma campaña en Sudáfrica surge en la Cumbre del Clima celebrada en este país. Con un índice de paro muy alto, los sindicatos lo apoyaron en un principio. Pero el Gobierno baso la campaña en hacer contratos con empresas multinacionales europeas y muchos de los empleos se crearon fuera del país, por lo que la división entre sindicatos y ecologistas ha ido aumentando. Es un ejemplo de que la alternativa debe ser local, ya que de otro modo puede ser un lavado de cara del capitalismo tradicional que pasa a ser capitalismo verde, pero capitalismo salvaje al fin y al cabo.

En Noruega también se está llevando a cabo esta misma campaña. Este ejemplo es muy significativo por ser un país con gran producción de petroleo y gas. Reconocen que su Estado del bienestar está ligado a la explotación de energía fósil, pero a su vez son conscientes de que este tipo de energía está llegando a su fin y reivindican una transición energética. De ahí surge la campaña. Los sindicatos han tenido mucha presencia en la creación de este movimiento. No todos. Al principio los sindicatos de las petrolíferas no participaban, pero ahora se están acercando más, ya que entienden que es una solución para su futuro. Se celebra una conferencia anual sobre los empleos climáticos en el que participan todos los partidos políticos. En la última conferencia participó el Primer Ministro noruego. Incluso la iglesia noruega lo apoya. La “Campaña por un millón de empleos climáticos” en más fuerte en Noruega que en ningún otro lugar.

ELA tiene interiorizado que los empleos climáticos son parte de la solución al cambio climático y a las consecuencias del mismo en el empleo. Es importante que el sindicalismo en Euskal Herria también incluya la alternativa y la reivindicación de los empleos climáticos. Somos parte del problema y de la solución.