Justicia social y climática van de la mano

Uno de los ejes de discusión de estas jornadas ha sido la transición energética. En un contexto de distribución injusta de la riqueza y un sistema injusto, la transición energética debe ser justa. El norte global es responsable de las emisiones, mientras que otros tienen 5 dólares al día para vivir, muchas personas se mueren de hambre, no tienen acceso a la energía ... En los debates que se han llevado a cabo en estas jornadas han quedado claro dos criterios a seguir. Por un lado, la transición energética y el sector energético deben estar en manos de las autoridades públicas. Si no es así, la energía continuará siendo tratada como una mercancía, y como resultado, no se garantizará el derecho a la energía, ya que el objetivo principal será el beneficio empresarial. Por otro lado, las alternativas a la transición energética, tanto cooperativas de energía renovable o los proyectos renovables basados en la comunidad, deben estar participadas por todos los grupos de la sociedad, especialmente los más vulnerables, para que la transición energética se haga con justicia social.
Otro de los ejes ha sido la pobreza energética. De hecho uno de los objetivos de estas jornadas ha sido tejer una red europea contra la pobreza energética para poder hacer presión en los centros de toma de decisiones (Comisión, Parlamento,...) y también a escala local. Subrayan que la pobreza energética tiene rostro de mujer, por lo que la transición energética debe realizarse desde una prespectiva de género. Según los datos, la mayoría de las personas que acuden a los servicios sociales son mujeres, así como de quienes solicitan ayudas para el pago de la energía. Las mujeres tienen una mayor probabilidad de sufrir pobreza energética por muchas razones: por el tipo de trabajo, porque dedican más tiempo a las tareas de reproducción supone menos dedicación al trabajo productivo remunerado, y además están en sectores precarios.
También se ha hablado de las estrategias a corto y medio plazo. El empoderamiento y la movilización de la sociedad serán fundamentales, además de unificar reivindicaciones de movimientos sociales, ecologistas y sindicatos; reivindicaciones no tan técnicas que nos unen y nos movilizan. Como bien dice el lema de las jornadas “Justicia social y climática van de la mano. Defender la energía para todos y todas.”