Río+20, otro fracaso anunciado (opinión)

23/07/2012

La única palabra que se puede utilizar para valorar la Cumbre Río+20 es fracaso, se ha retrocedido 20 años. El documento que se a firmado no contiene nada concreto, y en materias como conservación del medio ambiente y derechos reproductivos de las mujeres ha habido retroceso.

No se han adoptado medidas ni compromisos para mejorar la justicia social y ambiental, para cambiar el modelo de producción y consumo, para establecer un piso de protección social para acabar con la pobreza, para hacer frente a la crisis ambiental rechazando las falsas soluciones, para poner límites a los grandes capitales con tasas sobre las transacciones financieras... Y dicen que todo esto lo hacen basándose en el principio de que “las personas constituyen el centro del desarrollo sostenible y a este respecto, nos esforzamos por lograr un mundo que sea justo, equitativo e inclusivo”. Vergonzoso.

También ha habido cumbres alternativas en Río. ELA ha estado en la Cúpula de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental, organizada para hacer frente a la Economía Verde. La economía verde es un modo nuevo para que las empresas hagan negocio, un capitalismo disfrazado que agravará la crisis sistémica que sufrimos.

Sindicatos, ecologistas, mujeres, indígenas, y campesinos y campesinas entre otros nos hemos puesto de acuerdo en las causas de la crisis económica, social y ecológica y para denunciar las falsas soluciones que se plantean desde la economía verde. Entre tosodos y todas hemos acordado una declaración que recoge las reflexiones y alterntativas para el futuro. Para salir de esta crisis necesitamos una economía cooperativa y solidaria, un nuevo paradigma de producción, distribución y consumo, cambiar el modelo energético, y la soberanía alimentaria. Estas son alternativas reales frente al actual sistema agro-urbano-industrial:

- La defensa de los Derechos Humanos, de la naturaleza y de los bienes comunes. Una transición justa, que supone la ampliación del concepto de trabajo, el reconocimiento del trabajo de las mujeres y un equilibrio entre la producción y reproducción. La libertad de organización y el derecho a la negociación colectiva, así como el establecimiento de una amplia red de seguridad y protección social, se tiene que entender como un derecho humano.

- Los pueblos deben determinar para qué y para quiénes se destinan los bienes comunes y energéticos, además de asumir el control popular y democrático de su producción.

- Un nuevo modelo energético que esté basado en energías renovables y que garantice energía a la población y no para las corporaciones.

- El feminismo es el instrumento para la construcción de la igualdad, la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y sexualidad y el derecho a una vida libre de violencia.

- Reafirmamos la urgencia de la distribución de la riqueza y del ingreso, de la lucha contra el racismo, de la garantía del derecho a la tierra y al territorio, del derecho al medio ambiente y al agua, a la educación, la cultura, la libertad de expresión y la democratización de los medios de comunicación.

Estas son las alternativas que se deben poner en marcha ya, no los recortes que aplican los gobiernos y que agravan la crisis. En Río se han establecido las bases para enfrentarnos al sistema capitalista, a su copia verde, y a los recortes. Ahora tenemos que luchar cada uno en nuestro ambito y salir a la calle todos y todas, para que estas alternativas se hagan realidad.