Se debe cambiar el modelo de comedor de la escuela pública
El modelo de comedor actual de los centros públicos de la CAPV es consecuencia de la Orden de 20 de marzo de 2000, por la que el gobierno se quita de encima la responsabilidad de gestionar los comedores, reduce la autonomía y la capacidad de decidir de los centros, e impone un modelo que beneficia el negocio de las grandes empresas de catering. El modelo actual garantiza y defiende el negocio de estas grandes empresas, y no garantiza ni que los productos sean saludables, ni locales, o menos aún que el personal de los comedores escolares tengan unas condiciones laborales dignas. Este sistema perjudica el servicio de comedor, la alimentación de las personas usuarias, y el bolsillo de las familias. El perjuicio quedo probado en 2016 cuando 8 empresas de catering que ofrecen servicio a los comedores de centros públicos en la CAPV fueron multados con 18 millones de euros por manipular los precios y la competencia. Las familias y las arcas públicas pagaron un sobrecoste de 80 millones durante 10 años. Aún así, los siguientes cursos el Gobierno Vasco ha adjudicado el servicio a las mismas empresas fraudulentas.
Por todas estas razones hay que cambiar el modelo de gestión de los comedores de los centros públicos. Los centros deben tener la autonomía para elegir el modelo de gestión que deseen. Y siendo cualquiera el modelo elegido, debe garantizar la soberanía alimentaria, la alimentación saludable y de calidad, y que se respeten las condiciones laborales del personal. El empleo y las condiciones de trabajo del personal de los comedores siempre ha sido una linea roja para ELA, y así seguirá siendo en un cambio de modelo.
El pasado 10 de enero el Gobierno Vasco abrió la posibilidad de que las AMPAs puedan gestionar el comedor del centro. Con este modelo el Gobierno Vasco deja en manos de las familias la carga administrativa de los comedores (desde la contratación del personal, la compra de alimentos, hasta la gestión total del comedor). Esta propuesta pone en riesgo el empleo y las condiciones de trabajo de cientos de personas.
La burocracia se lleva gran parte del esfuerzo que se le exigirá a la comunidad educativa, y eso solo está al alcance de las grandes empresas, las familias y el personal de los centros no tienen formación ni tiempo para ello. No podemos olvidar que los comedores son servicio públicos y que así deben seguir, no se pueden dejar en manos de la militancias de las familias.
El modelo que defendemos se basa en la soberanía alimentaria, en que los comedores sean espacios educativos, y en el empleo digno. Y no creemos que la propuesta del Gobierno Vasco quiera profundizar en estos principios, todo lo contrario, quiere ahondar en la privatización del sector.