Solokoetxe SOS: la escuela con mayores niveles de radiación

16/03/2015
La escuela pública Solokoetxe está situado en el Casco Viejo de Bilbao, hasta ahí nada sorprende. Pero, ¿y si decimos que está situado a 40 metros de 13 antenas de telefonía móvil?


Pues a algunas personas ya nos extraña más, ya que según la Resolución 1815 del Consejo Europeo los centros educativos son zonas sensibles que deben ser protegidos especialmente de las ondas electromagnéticas y no se debería rebasar el nivel de 0,1uW/cm2 en el exterior, ni 0,01uW/cm2 en el interior, como las aulas de los centros de enseñanza. El nivel de radiación electromagnética que soportan los alumnos y alumnas de Solokoetxe es de 12uW/cm2, cientos de veces por encima de las recomendaciones sanitarias europeas. Están sometidos a los niveles de radiación más altos de la península. Ante esta situación es imposible quedarse indiferente.

Las evidencias científicas dan razones de sobra para preocuparse. La propia Agencia Internacional de investigación del Cancer de la OMS desde el 2011 tiene clasificadas estas radiaciones como posiblemente cancerígenas. Los más de 4.000 estudios del meta-análisis científico Bioiniciative, las resoluciones del Parlamento Europeo de 2008 y 2009, el posicionamiento de la Agencia Europea de Medio Ambiente, y la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa recogen las recomendaciones de los científicos especializados no comprometidos por los lobbies industriales. El propio Parlamento Vasco se adhirió a esta resolución.

Madres y padres de este centro llevan mucho tiempo luchando para proteger a sus hijos e hijas. Han pedido innumerables veces al Departamento de Educación del Gobierno Vasco que se apantalle el centro, como medida protectora frente a los altos niveles de radiación. Ya se hizo esto en la escuela pública Ibaiondo de Gasteiz, aún teniendo menor nivel de radiación. Por eso es de sorprender que no se tomen por lo menos las mismas medidas en este caso. El Departamento de Educación prometió el apantallamiento y después se echó atrás, no se sabe por qué razón. Pero el Parlamento Vasco ya aprobó una partida de 23.000 euros para llevar a cabo estos trabajos. ¿Dónde y para qué ha quedado ese dinero?

En el fondo de la cuestión están los intereses de las grandes compañías de telecomunicación que ponen sus antenas donde les conviene, sin importarles los daños que pueden causar. Pero más grave es aún la actitud o la falta de ella que demuestra el Ayuntamiento de Bilbao, ya que está en sus manos tomar medidas para que los niveles de radiación estén por debajo de la recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias europeas. Los ayuntamientos de Gasteiz y Donostia ya han aprobado sus ordenanzas municipales para limitar la radiación electromagnética por debajo del 0,1uW/cm2, como recomienda la Resolución 1815 del Consejo Europeo. ¿Por qué no lo hace el Ayuntamiento de Bilbao?

La situación de Solokoetxe es insostenible; el apantallamiento del centro es una medida de máxima urgencia, aunque no sea la solución para todo el barrio, que también está sufriendo las consecuencias de estas antenas. Tristemente ha fallecido, tras tres años de lucha contra la leucemia, un exalumno del centro. Solo una posibilidad, la más mínima duda entre un millón de que esta leucemia esté asociada a la radiación desproporcionada del centro al que asistió tantos años, tendría que haber llevado a las autoridades a tomar medidas de precaución de inmediato. Además saben que ha habido un total de tres patologías de cáncer, y numerosos alumnos y alumnas con dolores de cabeza, problemas de concentración, caída de cabello, etc. ¿A qué esperan tanto el Departamento de Educación como el Ayuntamiento de Bilbao?

La problemática que sufre Solokoetxe es de tal gravedad que ELA ha hecho suyas las reivindicaciones del AMPA del centro. Tal como solicitan los padres y madres, instamos a la dirección a adoptar urgentemente las medidas que están en su mano para reducir riesgos de manera sustancial como apagar el wifi y reubicar al alumnado en aulas libres con menor exposición. A su vez, exigimos al Departamento de Educación que apantalle ya el centro y al Ayuntamiento que apruebe una ordenanza para que el nivel de radiación no supere en ningún caso el 0,1uW/cm2. Es su deber proteger al alumnado y a la ciudadanía de esta invisible pero peligrosa amenaza.