Tenemos encima el cambio climático y viene para quedarse

22/02/2019
2015, 2016, 2017 y 2018 han sido los años más calurosos jamas registrados según la Organización Mundial de Meteorología. Esto demuestra que el cambio climático avanzará como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según IHOBE, a finales de este siglo las temperaturas de las tres capitales de la CAPV aumentarán 4-5 grados.

En 2018 la temperatura media ha subido 1º grados desde la era preindustrial (1850-1900). 2016 fue el año más caluroso jamás registrado, 1,2º grados por encima de la era preindustrial. Pero lo más importante es analizar la tendencia que tienen las temperaturas a largo plazo, más que las temperaturas anuales. Y esta tendencia es al alza: en los últimos 22 años hemos sufrido los 20 años más calurosos jamás registrados.

Pero las temperaturas son solo una parte del problema. Hay que añadir los fenómenos meteorológicos extremos y sus efectos devastadores. Estos fenómenos anualmente afectan a muchos países de todo el mundo y a millones de personas, además de provocar graves daños a los ecosistemas y a las economías. Estos efectos son ya visibles en sectores especialmente sensibles como la gestión del agua, la energía, la agricultura o la salud. Por eso deben ser una prioridad mundial la reducción de gases de efecto invernadero y las medidas de adaptación al cambio climático.

Viniendo a nuestro entorno, los efectos que sufriremos en la CAPV no serán menores. Según el atlas climático publicado por IHOBE:

  • Para el final de este siglo, se espera un incremento de 1 a 3 grados en las temperaturas mínimas extremas durante los meses de invierno, así como una subida de unos 3 grados en las máximas extremas del verano.

  • En Donostia, Bilbao y Gasteiz se registrarán 10 días más al año con termómetros por encima de los 35º.

  • A partir de 2020, el número de días con heladas en la estación invernal se reducirá a la mitad y desaparecerán los episodios de más de una semana de frío extremo. Mientras que durante el verano se esperan olas de calor más largas y un ligero aumento de su frecuencia.

  • De 2020 a 2050, las olas de calor afectarán previsiblemente al 30% de los días del verano, podría llegar hasta el 50% para finales de este siglo.

  • En cuanto a las precipitaciones, en invierno aumentarán del 5 al 20% y en verano disminuirán del 30 al 50%, todo ello con más días de chubascos muy intensos y menos días con lluvias débiles.

  • La temperatura y el nivel del mar subirá provocando un ascenso de la flora invasora, aceleración de la degradación del suelo, efectos en los cultivos y ecosistemas forestales, y repercusiones en la salud de la ciudadanía.

Estos datos no son nuevos, el IPCC (el organismo que realiza los informes científicos sobre el cambio climático para la ONU) encendió todas las alarmas en septiembre cuando publicó la gravedad de lo que se nos viene encima. Advirtieron de que estas consecuencias irán a peor si el calentamiento del planeta es superior a 1,5º grados, y ya llevamos un grado de calentamiento. No nos queda mucho tiempo para tomar medidas de verdad.