Valoración de las jornadas “Política Industrial Ecosocialista”

En esta ocasión el tema a tratar era la política industrial vasca y las necesidades de cambio de la misma, debiendo ser ecológicamente sostenible, socialmente justo y democráticamente decidido. Durante el día hubo varios ponentes que plantearon transiciones en diferentes ámbitos que afectan a la política industrial.
Luis González Reyes, activista de Ecologistas en Acción, planteó la necesidad de una transición energética, “ya que el modelo actual no es sostenible energéticamente a medio plazo. No hay una alternativa energética como las energías fósiles. Ni renovables, ni agrocarburantes, ni energía nuclear, todas tienen sus limitaciones. El crecimiento económico es correlativo al consumo de energía. De manera que la solución está en la economía circular y el decrecimiento. La economía feminista, solidaria y ecológica es la única vía”.
Amaia Pérez Orozco es Doctora en Economía e integrante de la “Colectiva XXK. Feminismos, pensamiento y acción”. Nos planteó muchas preguntas, pero principalmente subrayó la necesidad de repensar entre todos y todas cómo debe ser la transición necesaria del ámbito del trabajo, tanto productivo como reproductivo. “Los criterios que se podrían aplicar como guía para revertir la crisis de reproducción social: desmercantilización y colectivización de la resolución de necesidades, reorganización de los trabajos socialmente necesarios, y una matriz (re)productiva donde se asuma la responsabilidad colectiva por el buen vivir. De modo que tenemos que pensar entre todos y todas como queremos que sea esta transición”.
Según Josu Larrinaga, profesor de Antropología de la UPV, el prometeísmo no es la salida, es decir, la tecnología no será la que nos saque de los problemas que genera este modelo de producción y consumo. No podemos estar más de acuerdo con él.
Alba del Campo, es coordinadora de la Mesa de Transición Energética de Cádiz. La experiencia de Alba del Campo en el Ayuntamiento de Cádiz, nos enseña que no solo la escala macro es la que debemos cambiar. Desde las administraciones locales se pueden hacer muchísimas cosas para que la transición energética sea una realidad. En Cádiz han formado una mesa contra la pobreza energética, en la que se ha creado un bono social del Ayuntamiento, y también una mesa para la transición energética de Cádiz para la participación, la democracia y el cambio de la cultura energética. También han puesto en marcha un plan de choque contra la pobreza energética. Siendo la tasa de paro de la ciudad del 29,4%, la ciudadanía gaditana se ve beneficiada por estas políticas llevadas a cabo por el ayuntamiento, cosa que no siempre ocurre.
La política industrial que defiende ELA también tuvo su lugar. En ELA llevamos años reivindicando una transición ecológica y social de la economía y esto también se ve reflejado en la política industrial que defendemos. El modelo actual está basado en el crecimiento sin fin, pero para el futuro debemos repensar un modelo acorde con los límites del planeta y socialmente justo. Para eso será necesario reducir sectores ecológicamente y éticamente rechazables, a la vez que impulsamos sectores con empleo de futuro, es decir que respeten y mejoren el medio ambiente a la vez que ofrecen empleos dignos. De esta necesidad surgió la campaña de empleos verdes de ELA ya en 2014, donde calculábamos que en estos sectores de futuro se podrían crear 106.000 empleos verdes en Hego Euskal Herria.
Fue una jornada de reflexión profunda sobre el modelo de consumo y producción que tenemos en Euskal Herria. Se hizo palpable la necesidad de cambiar y de hacer una transición sostenible ecológicamente, justa para la sociedad y democráticamente decidida, características que para nada coinciden con el modelo actual.