El presupuesto del Gobierno de Navarra para el 2018 es continuista, sin participación social y elaborado para satisfacer las políticas de Rajoy

21/11/2017
ELA ha denunciado hoy que el presupuesto del Gobierno de Navarra para el 2018 es un presupuesto continuista, sin ningún tipo de participación social y elaborado para satisfacer las políticas de Rajoy y los intereses de las entidades financieras. El Gobierno de Navarra destina 1 de cada 4 euros del presupuesto a pagar el Convenio, la deuda pública y los peajes en la sombra. ELA considera preocupante que estos presupuestos no planteen un cambio de modelo y que no discutan siquiera la ideología de la austeridad del artículo 135.

Tal y como ha denunciado ELA hoy en rueda de prensa, el presupuesto de Navarra de 2018 es un presupuesto continuista, sin ningún tipo de participación social y elaborado para satisfacer las políticas de Rajoy y los intereses de las entidades financieras. Este presupuesto viene previamente condicionado por el límite de déficit y la regla de gasto. Conviene recordar que estas políticas de ajuste fueron acordadas entre el Gobierno de Navarra y el Gobierno español. Navarra se compromete por medio de ese acuerdo a cumplir la regla de gasto y a aceptar los límites de déficit y deuda pública establecidos, renunciando a la capacidad de Navarra de decidir su política presupuestaria.

Una vez que se acepta que el Gobierno de Rajoy decida cuánto se gasta en el presupuesto el siguiente paso es destinar casi la cuarta parte a la deuda, el Convenio y los peajes en la sombra. ELA considera inadmisible que el Gobierno de Navarra acepte acríticamente estos condicionantes, que por un lado renunciar a la defensa del autogobierno y su competencia presupuestaria y que otro lado decida no actuar sobre lastres tan importantes como la deuda o los peajes en la sombra ( 426 millones en 2018).
El Gobierno examina partida a partida dónde se puede ajustar o recortar el presupuesto sin embargo esto no sucede con la la deuda pública donde el Gobierno continúa sin auditar la deuda, impidiendo que la ciudadanía conozca que pagamos y que el propio Gobierno pueda tomar medidas para combatir o corregir esta partida.
En cuanto a la valoración de las partidas del Presupuesto se concluye que nos siguen situando a la cola de la UE en en inversión pública en sanidad y educación. El gasto en Salud sólo sube un 0,6% y el de Educación un 0,7%.

Más allá del cambio de orientación en algunas partidas la lectura del presupuesto concluye que solo aumenta el 0,6% sobre el presupuesto consolidado de 2017. Esto supone que el gasto en Sanidad en relación con el PIB disminuya en comparación con el de años anteriores, del 5,2% de este presupuesto frente al 5,6% del PIB del año 2010. En Educación del 3,2% del PIB frente al 3,6% del PIB en 2010 ( se deberían gastar este año 82,2 millones más para igualar el gasto de 2010).
ELA considera preocupante que estos presupuestos no planteen un cambio de modelo que no discutan la ideología de la austeridad y las reglas del articulo 135. La aceptación de estos presupuestos y su tramitación evidencian que se silencia un conflicto, que se renuncia a disputar siquiera elementos de referencia alternativos y a mantener una oposición a leyes y políticas tan injustas como las que establecen que la prioridades son los intereses del capital o las entidades financieras y no el de las personas ni las necesidades sociales.

Pincha aquí para leer el documento completo