ELA exige al Gobierno de Navarra que rechace las injerencias de Madrid y respete las mayorías sindicales de la Mesa General

ELA exige al Gobierno de Navarra que ejerza de una vez por todas el autogobierno, rechace las injerencias de Madrid y negocie con las mayorías sindicales de Navarra. Como se recordará, en octubre pasado LAB, CCOO y UGT acordaron con el Gobierno de Navarra cómo se ejecutaría el reparto del incremento adicional del 0,30% del salario del personal público.

Este incremento adicional venía impuesto desde Madrid, fruto de un acuerdo alcanzado entre el Gobierno del PP, CCOO y UGT. Si bien es cierto que en el reparto de este incremento en Navarra se contemplaron reivindicaciones históricas de ELA (desaparición del Nivel E, paso de los y las auxiliares administrativas a administrativas, cuidadoras de Educación, etc), otras muchas reivindicaciones se quedaron sin negociar. ELA no avaló el acuerdo por eso y porque venía impuesto desde Madrid por mayorías que no representan a la Mesa General de Navarra.

En definitiva, se trataba entonces de repartir un excedente del superávit presupuestario de Navarra, pero solo en el porcentaje que el Gobierno del PP nos dejaba. Es decir, la negación del autogobierno. Además, era un acuerdo a cuatro años, a expensas de la Ley de Presupuestos, y que podría no llegar ni siquiera a cumplirse, hipotecando la negociación durante toda la vigencia del acuerdo.

Ahora, el Gobierno del PSOE amenaza con anular el acuerdo, demostrándose una vez más que es Madrid quien decide el dinero que se reparte y cómo se reparte, y que el Gobierno foral se limita a aplicar los acuerdos alcanzados en otras mesas. La firma de LAB, CCOO y UGT en octubre tuvo como requisito el cumplimiento del déficit público fijado por el PP, algo muy grave porque atenta directamente contra el autogobierno. Por tanto, estas organizaciones no pueden aparecer ahora como defensores de una capacidad de decisión propia a la que renunciaron con aquella firma.

ELA exige que de una vez por todas el Gobierno de Navarra ejerza el autogobierno, se respeten las mayorías sindicales y se negocie un acuerdo, que lejos de imposiciones, mejore las condiciones de todos y todas las trabajadoras de la Administración, lo que debe empezar por revertir todos los recortes sufridos y eliminar la temporalidad de todas las plantillas.